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ERC busca activar a su desmovilizado electorado como clave para conseguir mantener la presidencia de Aragonès

Esquerra lidia con unas encuestas adversas que la sitúan entre el segundo y el tercer puesto en un ajustada pugna con Junts. En campaña combinará la gestión del Govern con las propuestas independentistas para buscar la remontada.

(I-D) Los miembros de ERC, Anna Simó, Jordi Albert, el Pere Aragonès, Oriol Junqueras y Mar Besses, durante un mitin del partido en L'Hospitalet de Llobregat, el 27 de abril de 2024.
(I-D) Los miembros de ERC, Anna Simó, Jordi Albert, Pere Aragonès, Oriol Junqueras y Mar Besses, durante un mitin del partido en L'Hospitalet de Llobregat, el 27 de abril de 2024. Kike Rincón / EUROPA PRESS

"Hay partido", asegura un miembro de la dirección nacional de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El comentario viene a colación del resultado de las últimas encuestas publicadas que sitúan a los republicanos entre los 27 y los 37 diputados. En una disputada pugna por la segunda posición con Junts, que los sondeos sitúan sobre los 33 diputados. A ambos partidos independentistas les queda lejos el PSC, que las encuestas pronostican que sacará entre 38 y 47 diputados. El último sondeo publicado, el del CEO –el CIS catalán-, dispara el resultado del PSC y sitúa en segundo lugar a ERC . En Catalunya ya está asumido que no es suficiente ganar las elecciones para tener la presidencia y que el segundo lugar será tanto o más importante que el primero. Por ello Esquerra va a poner toda la carne en el asador para poder recuperar terreno y quedar por encima de Junts, aunque públicamente tampoco se descarte ganar las elecciones al PSC, como es lógico.

Y es que las elecciones catalanas del 12 de mayo volverán a ser una compleja jugada de billar con múltiples bolas y a tres bandas, las que representan los tres grandes partidos con opción a la presidencia, PSC, ERC y Junts. Una partida en la que Esquerra es quién tiene más que perder, concretamente la presidencia de la Generalitat. Por lo que los republicanos irán a por todas, dado lo ajustado de las proyecciones demoscópicas. Aunque, a su vez, ERC se sitúa en una posición central que -en caso de que los resultados no le den opción a revalidar la presidencia de Aragonès- muy probablemente mantendrá a los republicanos como pieza clave del tablero. Y en caso de finalmente quedar terceros, deberán decidir entre hacer un Govern con el PSC y los comuns en un tripartito de izquierdas o reeditarlo con Junts a pesar de la anterior ruptura. Eso si no nos encaminamos al bloqueo y la repetición electoral.

La desmovilización, el gran adversario

Según apuntan fuentes próximas a la presidencia de Esquerra que ostenta Oriol Junqueras, el gran adversario de los republicanos es la abstención y una gran desmovilización de su electorado. Un fenómeno que ya castigó a ERC en las municipales, donde perdió 300.000 votos y alcaldías tan importantes como Lleida o Tarragona. Y todavía más en las generales del 23 de julio, cuando perdió seis diputados y 400.000 votos. 

"La gente nos tiene en gran consideración y tenemos una buena valoración, pero hay que conseguir motivar al conjunto de nuestros votantes, romper con la fuerte desmovilización, ya que a Esquerra nos afecta especialmente", aseguran desde la dirección del partido.

Según se desprende de los sondeos y confirman fuentes de la dirección de Esquerra, el principal problema de desmovilización de los republicanos se concentra en la demarcación de Barcelona, con especial atención en el área metropolitana. En el resto de las demarcaciones, el descenso es más leve. ERC ha apostado por dos pesos pesados del partido en Tarragona y Lleida, con la diputada y portavoz Raquel Sans, y la secretaria general adjunta, Marta Vilalta, respectivamente. En Girona se ha optado por la delegada del Govern, Laia Cañigueral.

Esquerra obtuvo en 2021 el mejor resultado de su historia en unas elecciones catalanas desde la restauración de la Generalitat, con 33 diputados. Ello permitió a los republicanos conseguir, por primera vez en la etapa moderna, la presidencia de la Generalitat. Conectando así con el hilo de la historia de Esquerra que tiene en su haber los grandes presidents de la Generalitat republicana, desde Macià a Companys, pasando por Irla o Tarradellas ya en el exilio por la dictadura franquista. El próximo 12 de mayo, caer por debajo de los 33 diputados sería un fracaso, pero el resultado de Esquerra no se medirá tanto en el número de escaños como en la posición en que quede.

La segunda posición, objetivo prioritario

Obtener la segunda posición por delante de Junts, si no es posible ganar al PSC, permitiría a Pere Aragonès intentar reeditar la presidencia de la Generalitat si hay una mayoría independentista. Un objetivo fundamental no solo por lo que supone de acceso al máximo poder institucional en Catalunya, sino por el efecto psicológico que provocará en los republicanos perder la presidencia. Cunde el temor de que la presidencia de Aragonès no sea "un pequeño paréntesis de la historia entre los presidents convergentes y socialistas", asegura un dirigente de los republicanos. De momento, el llamado "efecto Puigdemont" surgido con la decisión del expresident de la Generalitat de retomar el liderazgo de la candidatura de Junts, ha impactado sobre Esquerra con el crecimiento de su principal adversario independentista.

En Esquerra no ven imposible darle la vuelta a la tortilla. "Se le va a hacer larga la campaña electoral a Junts sin una sola propuesta que no sea el propio Carles Puigdemont", aseguran fuentes de la dirección. Pero para conseguir reeditar la presidencia de la Generalitat, Aragonès deberá conseguir tres cosas: quedar en primera o segunda posición. Si se da la segunda opción, la más factible para los republicanos ahora mismo aunque no sin dificultades, la segunda condición será que el independentismo sume mayoría absoluta en uno de sus momentos más bajos. Y aún si se da este escenario, Aragonès deberá conseguir, en tercer lugar, un difícil acuerdo con Junts y con la CUP. Y ello después de una legislatura en la que Junts rompió con ERC saliendo del Govern, con una beligerancia extrema entre los dos partidos, y con los anticapitalistas de la CUP muy críticos con las políticas del Govern de Esquerra. Tres condiciones, a cada cual más difícil, pero ninguna de ellas imposible.

Gestión y soberanismo, trenes y referéndum

Esquerra se plantea la movilización de su voto con dos ejes principales combinados. Por una parte, hacer llegar a la ciudadanía el resultado de su gestión al frente del Govern los últimos tres años, la mitad de ellos en solitario. Y planteando un proyecto de continuidad en la "mejora" de los servicios públicos. Pero añadiendo también propuestas independentistas que van desde el trabajo realizado para la desjudicialización de la política catalana con los indultos, la derogación de la sedición y la amnistía. Hasta la propuesta de referéndum de autodeterminación acordado que Aragonès ya ha puesto sobre la mesa de negociación con el Gobierno español. La reclamación de un nuevo sistema de financiación "singular" para Catalunya en que la Generalitat recaude todos los impuestos, o la culminación del traspaso de Rodalies son dos grandes temas que también se suman al apartado de gestión y mejora de las condiciones de vida. También la defensa y el fomento de la lengua catalana tendrán un peso específico en la campaña electoral de los republicanos.

Las dificultades para transmitir los frutos de la gestión del Govern, que ha tenido que navegar muy lejos de la mayoría parlamentaria con solo 33 diputados en el Parlament, han sido más que evidentes. Pero según explican los responsables de la campaña de Esquerra, Oriol Duran y Sergi Sabrià, "durante estos tres años de la presidencia de Pere Aragonès, hemos revertido todos los recortes y hemos puesto al servicio de la gente los máximos recursos de la historia de Catalunya", aseguran. Los dirigentes de Esquerra defienden el Govern de Aragonès como "sensato" y a su vez "arriesgado probando nuevas ideas que funcionan para mejorar el bienestar de los catalanes y las catalanas".

Abriendo camino en el independentismo

En el cajón del independentismo, los dirigentes republicanos también sitúan a ERC como la formación que "abre camino". "Hace cinco años reclamamos la amnistía en solitario y ahora todo el mundo se ha sumado. Hemos sacado a los presos de la cárcel y hemos eliminado el delito de sedición cuando todos nos decían que era imposible", ejemplifican Duran y Sabrià. Para cerrar el círculo con el referéndum: "Ahora toca negociar de tú a tú con el Estado español un referéndum de independencia". Para los dos dirigentes republicanos, la gestión de lo social y la independencia son dos caras de la misma moneda: "Defendemos que la única manera de poder garantizar una vida digna a toda la ciudadanía de Catalunya es la independencia, tener las herramientas de un Estado, y tenemos una estrategia ganadora".

La transición ecológica es otra de las principales claves del programa electoral de ERC de cara a la próxima legislatura. El documento incluye también la propuesta de modernizar el aeropuerto preservando el medio ambiente, cambiar la fiscalidad del juego en un claro posicionamiento respecto al polémico proyecto del casino de Hard Rock que ha provocado el avance electoral por el rechazo de los presupuestos, y desplegar una comisaría virtual de los Mossos. Estas son algunas de las 500 propuestas de Esquerra para el 12M. La portavoz parlamentaria y secretaria general adjunta, Marta Vilalta, asegura que el partido está "preparado" para seguir gobernando.

Sin definir alianzas postelectorales

Está por ver si ERC continua gobernando, pero de ser así es prácticamente seguro que deberá hacerlo o con el PSC o con Junts. Dos partidos con los que Esquerra mantiene una dura pugna electoral, frente a los dos candidatos respectivos, Salvador Illa y Carles Puigdemont, que disputan la presidencia a Pere Aragonès. Los republicanos declinan posicionarse sobre cuál de las dos opciones apoyarán en caso de no poder revalidar la presidencia de la Generalitat. Y de momento reparten críticas por igual.

En el caso del candidato socialista, Salvador Illa, se basan en tres críticas: la primera, su supeditación a las órdenes del PSOE y del Gobierno español de Pedro Sánchez. En segundo lugar, la deriva hacia las políticas de derechas con proyectos como la autopista B-40, la ampliación del aeropuerto de Barcelona o el Hard Rock. Y la tercera, la presunta relación de Illa en el caso Koldo sobre las mascarillas de la pandemia cuando era ministro de Sanidad. En el caso de Junts y Carles Puigdemont, la crítica se concentra en un aspecto: "La falta de propuestas más allá de la restitución personal del propio Carles Puigdemont", asegura Aragonès.

Este 12 de mayo por la noche, ocupar el primer, el segundo o el tercer puesto –tan importante o más el segundo como el primero-, y que se forme o no la mayoría en el bloque independentista puede ser cuestión de un puñado de votos. Pero ello marcará el futuro de más de un dirigente político y la configuración interna de los principales partidos catalanes. Especialmente en el caso de Esquerra y de Pere Aragonès.

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