La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha urgido a Teherán que sobre el paradero de los tres turistas estadounidenses que presuntamente fueron detenidos por Irán tras haber entrado ilegalmente a ese país desde Irak.

La jefa de la diplomacia estadounidense indicaba ayer en una rueda de prensa con el ministro de Exteriores jordano, Nasser Judeh, que EEUU aún no había recibido confirmación oficial de la detención de los tres estadounidenses, información que trata de obtener Suiza, que representa los intereses de Washington en Teherán.

'Queremos que este asunto se resuelva cuanto antes y hacemos un llamamiento al Gobierno iraní para que nos ayude a determinar el paradero de los tres estadounidenses desaparecidos y (permitir) su regreso cuanto antes', señaló Clinton, quien mantuvo además una videoconferencia con varios de sus diplomáticos sobre Irán.

Teherán por su parte, ya se ha manifestado al respecto y ha dicho que los tres norteamericanos detenidos están siendo interrogados por las autoridades iraníes, según ha informado la televisión iraní al-Alam.

'Son definitivamente americanos. Fueron detenidos hace cuatro días y no sabemos si son turistas o no. Les estamos interrogando' según un guardia de seguridad local de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Iraj Hassanzadeh, contó a al-Alam.

Los turistas, que estaban acompañados de un cuarto estadounidense, entraron de manera legal al Kurdistán iraquí el pasado 28 de julio por el paso de Ibrahim Jalil, pero no informaron a las autoridades locales de sus movimientos posteriores, según el Gobierno de la región autónoma.

La información disponible apunta a que el pasado día 30, tres de los turistas se dirigieron de la ciudad de Suleimaniya al área de Ahmed Awaa, cerca de la frontera de Irak con Irán.

Después de visitar la zona montañosa, los tres turistas perdieron el camino y entraron por error en territorio iraní, donde fueron arrestados el 31 de julio.

El viernes fuentes oficiales iraquíes informaron del hecho, que fue conocido porque el cuarto integrante del grupo, que estaba enfermo, se quedó en un hotel de la zona y desde allí denunció la desaparición de sus compañeros.