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Galicia y Euskadi votan en unos comicios muy ajustados

Reuters

Casi cuatro millones de ciudadanos del País Vasco y Galicia estaban llamados el domingo a votar en sendas elecciones que se prevén muy ajustadas, con el protagonismo de la lluvia en los primeros compases de la jornada.

En momentos de plena crisis económica que pasa factura al Gobierno del PSOE y cuando el PP se ve afectado por una investigación sobre corrupción que salpica presuntamente a algunos de sus cargos, una victoria en Galicia o en el País Vasco supondría un fuerte impulso para los dos principales partidos nacionales.

Las urnas, abiertas desde las 9 de la mañana en los colegios electorales de ambas comunidades, y cerrarán a las 8 de la tarde. En ambos casos, 38 escaños es el número mágico para obtener una mayoría absoluta y los sondeos prevén un resultado muy ajustado.

Además, es la primera vez que la izquierda 'abertzale' no está presente en los comicios vascos, lo que provocó protestas de simpatizantes de las candidatura anulada D3M mientras el candidato del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Patxi López, depositar su voto en Bilbao a primera hora de la mañana.

"Estos gritos de aquí atrás me reafirman, en Euskadi es fundamental salir a votar", declaró López a la salida del colegio electoral.

Minutos después, el 'lehendakari' y candidato del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Juan José Ibarretxe, llamó a votar tras ejercer su derecho en Llodio, Álava, en un clima más tranquilo.

"Tenemos que participar para decidir, para hacer, para criticar, pero sobre todo, tenemos que tomar parte (...) Es importante que salgamos de casa", manifestó, intentando ahuyentar la abstención que según los analistas podría perjudicar a su partido. El porcentaje de participación de 2005 fue del 67 por ciento.

En Euskadi, casi 1.780.000 electores están llamados a las urnas en las tres provincias vascas, 23.500 menos que hace cuatro años, para elegir a los 75 diputados que integran la Cámara de Vitoria.

Según las encuestas la mayoría absoluta queda abierta a dos posibilidades, ya que ningún partido se acercará a esa cifra en solitario: una coalición entre PNV y PSE o una entre socialistas y populares.

que se han separado para estos comicios -, y Ezker Batua, con un total de 32 escaños.

BAJA PARTICIPACIÓN EN GALICIA

En Galicia, la participación a las 12:30 de la mañana era de apenas el 15,81 por ciento, tres puntos menos que en 2005, según datos facilitados por la consejería de Interior de la Xunta.

Mientras algunas encuestas muestran que el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) podrían volver a repetir coalición, otros colocan al PP muy cerca de una mayoría absoluta en el que ha sido su feudo tradicional. Todas coinciden, sin embargo, en que los populares de Alberto Núñez Feijóo volverían el domingo a ser la fuerza política más votada.

En las elecciones de 2005, el Partido Popular encabezado entonces por el histórico dirigente Manuel Fraga, que presidió la Xunta de Galicia durante 16 años, obtuvo un 45,2% de los votos y 37 escaños, quedando a uno de la mayoría absoluta que sumaron los 25 diputados de PSdeG y los 13 los nacionalistas BNG de Anxo Quintana.

Tan estrecha es la diferencia que se pronostica esta vez que ha vuelto a surgir el "fantasma" del voto inmigrante gallego como posible determinante a la hora de inclinar la balanza hacia un signo u otro.

Un total de 2.646.872 gallegos están llamados a las urnas para renovar el Parlamento, de los cuales un 13 por ciento (335.357) viven en el extranjero, sobre todo en países como Argentina, Uruguay, Brasil o Venezuela, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

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