Con elegancia italiana, una discreción impropia de un jugador que luce su currículum (subcampeón olímpico, campeón de Europa, dos Legas italianas...) y, sobre todo, un papel determinante, Gianluca Basile (Ruvo di Puglia, Italia, 1975) ha conquistado la final de la ACB, que esta tarde, en el Palau (20.15 horas, La 2), llega a su cuarta estación, quizá la definitiva. El Barcelona aventaja al Tau por dos victorias a una y tiene a tiro de triunfo la conquista de la Liga, en buena parte gracias a Basile, Il Bello, que se ha empeñado en cerrar el curso con un título.

Suyo fue el triple 'ignorante', como él los llama, ese tiro desde ocho metros sin apenas segundos en el crono que selló la primera victoria del Barça en el Buesa Arena y arrebató el factor cancha a los baskonistas. Y suyos fueron también los 19 puntos que apuntalaron el segundo triunfo azulgrana, en el Palau, y colocaron al Tau al borde del precipicio. 'Cuando te llega un balón así, sin tiempo para pasarlo, la única solución es tirar, sin pensar en nada. Lo metes y ya está', explica Basile, como si jugarse la bola que decide el partido fuera la cosa más sencilla del mundo.

Parece serlo para el escolta italiano, especialista en triples imposibles, los más lejanos, en carrera, con el defensor encima, sin tiempo en el marcador..., aunque él insista en restarle importancia, fiel a la modestia que ha exhibido desde que llegó al Barça, en el curso 2005-06.

'Al final, todo depende de cómo resulte el partido y, el día del triple ante el Tau, había estado muy mal en el primer cuarto, aunque en la segunda parte hice cosas buenas en defensa', señala Basile, defensor del juego colectivo y hombre de vestuario.

Habitualmente sacrificado en tareas defensivas, Rakocevic y Bullock, por ejemplo, han sufrido sus marcajes, el capitán de la selección italiana es, incuestionablemente, un especialista y, como Navarro, se siente cómodo en esas situaciones en las que el balón quema las manos.

'Me gustan esos partidos en los que el público y la presión aprietan', reconoce Basile, sin desvelar la técnica que le permite ser tan preciso en condiciones límite y tan impreciso cuando la urgencia no aprieta. Quizá sea la ambición, el deseo de seguir sumando títulos, que para eso se quedó en el Barça, aunque en ello le fuera parte del sueldo que percibía. 'Tenemos que ganar este título, pero sin ponernos esa presión, si no lo haremos', afirma Basile. 'Estamos en la situación justa, en la que queríamos', añade.

Y eso es así, según señala el propio escolta, porque el Barça ha llegado a la final de la Liga 'muy bien físicamente' y porque el fantasma del Tau quedó enterrado el día que los azulgrana apartaron al conjunto de Ivanovic de la Final four de la Euroliga.

'El factor psicológico lo tenemos ganado, ya no tenemos más dudas respecto a ellos: sabemos que estamos al mismo nivel y que deciden los detalles', afirma Basile, deseoso de que, esta tarde, los detalles sean color azulgrana.