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Los vecinos de Cambados muestran su "enérgica condena" por el asesinato de Mari Luz Posse

EFE

Decenas de personas se han concentrado hoy en la plaza del Ayuntamiento de Cambados (Pontevedra) para mostrar su repulsa y "la más enérgica condena" a la "brutal agresión" que acabó con la vida de María Luz Posse.

La mujer, de 43 años, falleció ayer cuando su ex pareja, Javier Maiz Sanmartín, de 34 años, guardia civil en la localidad que estaba fuera de servicio, le disparó en el momento en que ella se encontraba en la entrada del cuartel para presentar una denuncia en su contra.

Sobre las cinco de esta tarde numerosos vecinos, miembros de la corporación municipal y de la asociación de comerciantes "Cambados Zona Centro", de la que la víctima fue presidenta, se congregaron en las inmediaciones del Consistorio para expresar su solidaridad con la familia de la víctima y su rechazo a todo acto de violencia machista.

En la fachada del edificio del Ayuntamiento había instalada una gran pancarta con el lema "Cambados contra la violencia de género" junto a un gran lazo malva, símbolo de la lucha contra la violencia hacia las mujeres y de la solidaridad con aquellas que son víctimas.

El presidente de la asociación de comerciantes de Cambados, Marcos González, que sucedió en el cargo a la propia Mari Luz, fue quien se dirigió a los asistentes y dio lectura a un manifiesto en el que requirió el apoyo de los poderes públicos y "más recursos sociales" para acabar con "esta lacra" que, sólo en lo que va de año, ha causado la muerte de 71 mujeres en nuestro país.

"Necesitamos que los poderes públicos sean más implacables en esta lucha, pero también que haya más recursos sociales y que se refuerce la educación en valores como el respeto y la tolerancia para frenar esta situación", leyó en el manifiesto.

El recuerdo de la fallecida, como una mujer "joven, dinámica y trabajadora" estuvo presente durante toda la concentración, especialmente, en los cinco minutos de silencio que guardaron los asistentes en señal de duelo y en el aplauso final en homenaje a su recuerdo.

"Tenemos motivos de sobra para estar aquí porque esto es una plaga que está acabando con las conciencias en nuestro país", ha manifestado Nano Besada, uno de los vecinos que estuvieron presentes en la concentración, quien expresó su malestar porque "una persona conocida a nivel popular como un borracho, que ha estado en varias ocasiones de baja, pueda disponer de un arma en su lugar de trabajo", observó.

De igual modo, otro asistente resaltó el "deber ciudadano de condenar este tipo de actos, igual que se hace con los de ETA", opinó.

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