No es la final de Mestalla en 2009, pero el partido de esta noche en San Mamés ha cobrado tintes de duelo decisivo, como si de la disputa de un título se tratara. El Athletic ha recuperado el pulso con la Copa en los últimos años y tras el empate (0-0) en el Camp Nou tiene por delante la oportunidad de sacarse de encima la espina del Barça, tras la derrota en Valencia dos años atrás y después de haber perdido la condición de Rey de Copas, ahora en manos azulgranas.

Guardiola sabe que la Copa despierta un sentimiento especial en Bilbao, pero también es conocedor, y hace alarde, de las ganas de los suyos de no dejar escapar ninguna oportunidad de alcanzar un éxito. Por esto, el Barça saltará con todo en San Mamés.

'Tenemos el hábito de jugar cada tres días, pero es lo que le gusta al equipo, tener retos por delante, alcanzar las finales y ganar. La Copa se decide este mes y esta es la razón por la que saldremos a competir', manifestó ayer el técnico azulgrana.

Guardiola recupera dos de los pilares del equipo que no pudieron participar el pasado domingo ante el Levante: Puyol y Messi. El central, lesionado el pasado día 29 en el amistoso disputado con Catalunya, acortó el plazo de recuperación estipulado en diez días, y no se descarta su presencia en el once inicial.

'Carles es muy importante. Ha tenido una buena evolución, no está al cien por cien pero hasta mañana (por hoy) a las diez tenemos muchas horas por delante para ver cómo evoluciona', señaló un Pep que también aseguró que Leo 'está bien'. El argentino podría volver a disfrutar de minutos después de sólo dos entrenamientos tras aterrizar de sus vacaciones navideñas el pasado domingo.