Público
Público

El agujero de la Seguridad Social crea alarma en Francia

El paro reduce los ingresos que sirven para financiar la sanidad y las pensiones

ANDRÉS PÉREZ

Los números rojos multimillonarios no asustan a las cuentas públicas francesas, habituadas a gestionar déficit importantes. Pero lo anunciado la semana pasada ha hecho saltar todas las alarmas. Según los parlamentarios, el déficit de la Seguridad Social alcanzará en 2009 la friolera de unos 20.000 millones de euros, a causa de la reducción de la masa salarial debida al paro.

La noticia saltó la semana pasada de la mano de la diputada conservadora Marie-Anne Montchamp. 'El efecto de la disminución de los ingresos podría elevar el déficit del régimen general de la Seguridad Social a entre 20.000 y 21.300 millones de euros en 2009', dijo la diputada, destacando que cabe poner en relación ese déficit con los 300.000 millones de euros que normalmente deben recaudar ese año las arcas sociales.

En 2008, durante la elaboración de los presupuestos generales para 2009, el Gobierno francés había optado por basarse en escenarios previos a la crisis. De ahí que apostara por un déficit de sólo 8.600 millones de euros para las cuatro secciones (subsidios familiares, jubilaciones, seguro de enfermedad y seguro de accidentes de trabajo) gestionadas en Francia por las cajas del régimen general de Seguridad Social.

La cifra anunciada representa así más del doble de lo defendido oficialmente por el Gobierno de Sarkozy, y bastante más de los 18.000 millones en rojo reconocidos luego por el ministro del Presupuesto, Eric Woerth, en marzo. Fuentes parlamentarias creen además que en 2010 el déficit social se elevará probablemente a unos 30.000 millones de euros.

Primer acusado en esta desbandada contable: el paro. A causa de la fuerte destrucción de empleo (90.800 parados más sólo en abril), el Gobierno teme tener que empeorar las previsiones de contracción de la masa salarial. Oficialmente sigue previendo una reducción (histórica) del 1,25% este año. Pero los últimos datos del organismo paritario Acoss indican de hecho que el sector privado distribuyó, en el primer trimestre de 2009, un 2,2% menos de salarios que un año antes.

Donde no hay salarios, no hay cotizaciones para alimentar esos amortiguadores de la crisis que son las jubilaciones y los subsidios familiares. Y Sarkozy, al optar por conceder numerosas reducciones de cotizaciones patronales y flexibilizar el recurso al paro técnico, que no cotiza a las cajas sociales, ha reforzado esa tendencia.

Viene a sumarse a esa tendencia otra maniobra: Sarkozy ha instaurado nuevas reglas en las rentas de subsistencia estatales para los más pobres y ahora se pueden compaginar con contratos basura en el sector privado. Así, las empresas pueden ahora contratar bajo esa fórmula. Pero la parte de salario que viene de la renta de subsistencia no cotiza y la paga la Administración.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias