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Brufau presidirá Repsol hasta 2019 mientras Imaz asume todo el poder en la petrolera

La compra de la canadiense Talismán la próxima semana abre una nueva etapa en la multinacional española

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el consejero delegado, Josu Jon Imaz, durante la junta general de accionstas de la patrolera. EFE/Víctor Lerena

AGENCIAS

MADRID.- El presidente de Repsol, Antonio Brufau ha decidido renunciar al cobro de las compensaciones económicas a las que tenía derecho al término de su contrato como primer ejecutivo de la petrolera, al tiempo que presidirá la compañía hasta 2019

La junta de accionistas de la multinacional española ha aprobado este jueves la releección de Brufau al frente de la compañía, al tiempo que ha dado el visto para que el consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, asuma la totalidad de las funciones ejecutivas que hasta ahora compartía con su presidente.

Los accionistas  han dado su visto bueno a este traspaso ordenado de poderes en la multinacional,  que abre una nueva etapa de desarrollo con la compra de la canadiense Talisman en un entorno de bajos precios del petróleo.

Tras una década a los mandos de Repsol, Brufau pasará a la retaguardia tras haber superado escollos externos como la expropiación de YPF por el Gobierno argentino en 2012, pero también internos, "más dolorosos", como reconoció el ejecutivo catalán ante los accionistas, en alusión al pulso que mantuvo con la petrolera pública mexicana Pemex.

Brufau renuncia al blindaje de 14,2 millones tras ceder sus tareas ejecutivas; a partir de ahora ejercerá funciones institucionales 

El cese en las funciones ejecutivas constituía uno de los supuestos por los que Brufau tenía derecho a recibir una compensación económica por 14,2 millones, justificada a modo de blindaje. A partir de ahora, ejercerá "determinadas funciones institucionales", pero tendrá "un papel relevante en la fijación y supervisión de la estrategia a medio y largo plazo en las relaciones institucionales con la Administración, accionistas y otros grupos de interés y en la supervisión de las tareas de dirección".

Con el cierre la semana que viene de la compra de Talisman por 13.000 millones de dólares (10.000 millones de euros), Brufau concluye un ciclo en el que el objetivo principal era apuntalar el flanco del upstream (exploración y extracción), talón de Aquiles histórico de la compañía española.

Imaz, artífice de la operación Talisman, dirigirá el futuro de Repsol en un nuevo ciclo de expansión en momentos complejos para el sector por el desplome de los precios del crudo, que está forzando recortes de producción, inversión y plantillas.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el consejero delegado, Josu Jon Imaz, posan antes del inicio de la junta de accionistas. REUTERS/Susana Vera

"Una nueva Repsol nace el 8 de mayo, con desafíos y retos ... que provienen de factores de entorno (precios, crecimiento económico) y también retos propios, el primero concluir con éxito la integración de Talisman", dijo el ejecutivo vasco en su discurso, recordando que el grupo presentará un nuevo plan estratégico a 2020 antes de final de año.

En una asamblea sin grandes sorpresas, la nota más morbosa fue el nombramiento de Gonzalo Gortázar como uno de los dos representantes en el consejo del primer accionista Caixabank , después de la sorprendente dimisión de Juan María Nin en la víspera. Nin cesó como primer ejecutivo de Caixabank el verano pasado, pero se mantenía como consejero en diversas sociedades de la órbita de La Caixa como Repsol y Gas Natural.

Este mismo mes, el poderoso grupo financiero catalán anunciaba planes para un eventual traspaso a Criteria de la participación del 9,4 por ciento en Repsol -valorada en unos 2.600 millones de euros-, una operación diseñada para mejorar el ratio de capital de Caixabank sin perder control en la petrolera.

También se estrenará en el consejo de administración como independiente el estadounidense J. Robinson West, reconocido experto del sector de hidrocarburos que ha asesorado a la Casa Blanca.

El secretario general y del Consejo de Administración de Repsol, Luis Suárez de Lezo, durante su intervención en la junta general de accionstas de la compañía. EFE/Víctor Lerena

El secretario general y del Consejo de Administración de Repsol, Luis Suárez de Lezo, durante su intervención en la junta general de accionstas de la compañía. EFE/Víctor Lerena

Otros puntos aprobados por los accionistas fueron las cuentas de 2014 (año en que la petrolera multiplicó por ocho su beneficio neto por los fondos conseguidos con su salida de Argentina), el dividendo cercano a un euro por acción y la modificación de varios estatutos de su reglamento.

Sobre esto último, los accionistas de Repsol aprobaron eliminar el blindaje introducido en la junta anterior para frenar las aspiraciones de su antiguo accionista de referencia Pemex y que requería que algunos temas como la segregación de los negocios de producción y refino tuviese el voto favorable de las tres cuartas partes de los accionistas.

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