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El empleo de calidad se abre paso: la temporalidad cae a la mitad y la tecnología genera un tercio de los puestos de trabajo

La fase de bonanza económica y la estabilización del mercado laboral apuntalan el sistema de pensiones con 2,42 cotizantes por cada perceptor de prestaciones y estimulan la economía con los salarios creciendo al 3,5%.

Varias personas entran en una oficina del SEPE de Móstoles, a 3 de enero de 2023, en Móstoles, Madrid.
Varias personas entran en una oficina del SEPE de Móstoles, a 3 de enero de 2023, en Madrid.  Eduardo Parra / Europa press

El empleo de calidad comienza a abrirse paso en el mercado laboral español con un desplome de la contratación temporal y un crecimiento de la de carácter indefinido hacia, respectivamente, mínimos y máximos de la serie histórica que arranca a mediados de los años 70, mientras las ocupaciones de perfil técnico y tecnológico ganan peso hasta aglutinar un tercio de los puestos creados en los dos últimos años.

La confluencia en los dos últimos años de una fase de bonanza económica con el cambio de las normas sobre contratación a partir de la reforma laboral de finales de 2021 ha abierto un proceso de estabilización del empleo con el que los contratos indefinidos han aumentado hasta el 86% (3,11 millones en dos años) mientras los temporales han caído hasta el 14%.

Esa tasa de trabajadores con contrato eventual, cuya reducción ha tenido como 'efecto secundario' una mejora de las condiciones económicas del despido en los sectores más precarizados, era del 25%, prácticamente el doble, al cierre de 2021, cuando alcanzaba el 30% si se contabilizan como temporales los fijos discontinuos, y había llegado a superar el 26% en el lustro previo a la pandemia.

"En el caso de los menores de 30 años, la reducción del nivel de temporalidad es más intensa, bajando en 31 puntos porcentuales (del 53% al 22%) respecto al nivel que tenía antes de la reforma", destacaba el Ministerio de Inclusión al difundir este miércoles los datos de afiliación a la Seguridad Social de 2023, en un balance en el que llamaba la atención sobre la evolución de la parcialidad.

"Los efectos de la reforma laboral también se notan en la evolución de los contratos indefinidos a tiempo completo a lo largo del año, que crecen con mayor intensidad (5,5% en promedio en 2023) que los de tiempo parcial (5,2%) y que los fijos discontinuos (3,7%)", señalaba.

Los registros que este miércoles hicieron públicos los ministerios de Trabajo y de Inclusión permiten hacer un primer balance de la evolución de la ocupación en los dos primeros años de vigencia de la reforma de 2021, que se completa con un repaso a las de las relaciones laborales y las condiciones de trabajo.

La ocupación

El número de afiliados a la Seguridad Social lleva desde marzo por encima de los 20,5 millones de ocupados, lo cual supone un récord histórico aunque no acaba de llegar a los 21. Lo hace pese a las tendencias a la ralentización del crecimiento, algo que, por otra parte, los expertos llevan pronosticando dos años como consecuencia lógica de la estabilización del empleo.

El empleo de carácter técnico se está revelando como el gran yacimiento laboral al socaire del despliegue de las energías renovables y de la digitalización de la economía, ambos directamente relacionados a su vez con la inyección de los Fondos Next Generation y con lo que parece ser un incipiente proceso de transformación del modelo productivo español.

En ese marco, prácticamente un tercio de los nuevos puestos de trabajo creados en los dos últimos años, 314.000 de 1,005 millones, se han creado en sectores de elevada generación de valor añadido como la informática y las telecomunicaciones, cuyo volumen de afiliados ha crecido un 25,2%, y como las actividades profesionales, científicas y técnicas, en las que el aumento ha sido del 15,8%.

"Desde el fin de la pandemia, uno de cada cinco nuevos afiliados se ha incorporado a estos dos sectores altamente productivos", destaca el Ministerio de Inclusión, mientras el Mapa de Empleo de la Fundación Telefónica cifra el número de ofertas de empleo tecnológico de las empresas españolas en el último trimestre de 2023 en 74.151, un volumen de empleo superior al que se genera en provincias como Zamora, Soria, Segovia, Palencia, Ávila o Teruel.

El desempleo

El número de desempleados es el menor desde hace 16 años al cierre de un ejercicio con un registro de 2,7 millones, con una perspectiva cualitativa que resulta menos halagüeña que la cuantitativa a la que el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, califica de "inaceptable" por lo elevado de la cifra.

El número de desempleados que reciben subsidios asistenciales lleva una década superando al de quienes perciben una prestación contributiva. La proporción de enero a noviembre se mantuvo en 875.123 por 796.112, un dato que apenas varía con la potente creación de empleo, lo que apunta a un fenómeno de exclusión que se centra en los mayores de 50 años que pierden su trabajo, así como en las mujeres.

Que más de la mitad de los perceptores de subsidios (440.484 de 812.172 en noviembre) sean mayores de 52 años, que dentro del grupo predominen las mujeres (224.777) y que esa mayoría se repita entre quienes agotan la prestación antes de cumplir los 52 (88.509 de 133.923) y entre quienes no llegan a asegurarse el acceso (90.530 de 139.553) resulta sintomático de la cronificación de esos procesos de exclusión laboral.

Los salarios

Los negociados en convenio están subiendo a un ritmo medio del 3,49% que no se daba desde hace quince años y que sería el segundo mayor del siglo, una décima inferior al de 2008 y empatado con el de 2001 según los datos del Ministerio de Trabajo.

Ese registro, que llega tras el 3,01 de 2022 y aunque solo 4,7 millones tienen acordadas subidas de más del 3% en 2023, permitiría a una parte de los asalariados comenzar a recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante los dos años y medio anteriores, en los se ha acumulado un alza de precios del 16% y que se ha centrado en los productos y servicios más básicos, como los alimentos, la energía y el transporte.

Esas mejoras salariales, el aumento de la ocupación y la estabilización del empleo han elevado desde la pandemia en casi 80.000 millones de euros la masa salarial del país, que se situaba en 390.078 millones de euros en 2019 y que alcanza los 467.370 en el último año móvil, de octubre de 2022 a septiembre de 2023, según los datos de la Agencia Tributaria.

Esa cifra, que duplica a la de hace dos décadas (236.206 millones en 2002) y en la que tienen bastante que ver las subidas del SMI (Salario Mínimo Interprofesional), se ha convertido en un factor clave para la animación del consumo que tras la pandemia está apuntalando la recuperación de la economía española, que concentra en los hogares más de la mitad de la demanda.

Las cotizaciones

El volumen ingresado en la Seguridad Social en concepto de cotizaciones de los trabajadores creció entre enero y noviembre del año pasado a un ritmo del 10,3%, con dos puntos vinculados al MEI o Mecanismo de Equidad Intergeneracional diseñado para llenar una nueva hucha de las pensiones para afrontar la jubilación del baby boom.

"El fuerte dinamismo del mercado laboral y el incremento de la calidad del empleo está contribuyendo a reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones", señala el Ministerio de Inclusión, que también destaca cómo la ratio de cotizantes por cada pensionista "se sitúa en 2,42, máximos de la década".

La jornada laboral

Los convenios aprobados entre enero y noviembre contemplan una jornada media de 38 horas y 20 minutos, que se extiende hasta los 25 en el caso de los acuerdos de sector y en los de ámbito territorial y que baja a las 37 horas y doce minutos en los pactos de empresa.

Esos movimientos se producen en vísperas de que los agentes sociales por un lado y los grupos parlamentarios por otro comiencen a negociar el llamado Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI , entre cuyos contenidos el Gobierno pretende incluir una nueva regulación de la jornada laboral, que lleva 40 años fijada en las 40 horas semanales.

La negociación colectiva

El ANC o Acuerdo de Negociación Colectiva suscrito en mayo por UGT, CCOO, Cepyme y Ceoe desencalló las mesas de trabajo de los convenios, la mayoría de las cuales llevaban prácticamente paralizadas desde la pandemia.

Al cierre de noviembre se habían renovado 1.227 convenios, 880 de empresa y 347 sectoriales o de ámbito geográfico, que resultaban ser 333 más que los negociados en el mismo periodo de 2022 y que afectaban a 3,6 millones de trabajadores (1,5 más que el año anterior).

No obstante, la cifra de asalariados protegidos por un convenio y potencialmente beneficiados por las subidas y jornadas medias del 3,49% y de 38 horas y veinte minutos era de 10,5 millones, que resultan ser dos tercios (67%) de los 15,5 millones de trabajadores por cuenta ajena, sin incluir empleados públicos ni autónomos.

La siniestralidad

La siniestralidad laboral se mantiene en niveles elevados en España, con 525.551 accidentes con baja de enero a octubre y 602 de ellos mortales (112 in itinere) que arrojan sendas medias de casi 12.000 y más de trece por semana, según los datos del Ministerio de Trabajo.

Esos ratios superan los de accidentalidad del año pasado y los de mortalidad de 2020, que hasta ahora habían sido los peores de la última década.

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