Las notas dominantes de la campaña de IU en esta batalla por la Comunidad y por el Ayuntamiento han sido la de reivindicarse como la verdadera izquierda y la de asumir como algo propio las demandas de los jóvenes que se han concentrado a lo largo de esta semana en la Puerta del Sol. Lo dejaron muy claro el candidato a la Comunidad, Gregorio Gordo, y el cabeza de lista para el Ayuntamiento, Ángel Pérez, en el acto con el que la noche del viernes echaron el cierre a la campaña y en el que pidieron el voto para canalizar a través de las urnas las reivindicaciones de los indignados.

En este contexto, los cabezas de IU han buscado continuamente distanciarse de socialistas y conservadores. De los primeros, por ser los principales responsables de los 'recortes' en políticas sociales a nivel nacional y, también, por ser 'corresponsables' de las políticas de la derecha a nivel regional. Y del PP, por la gestión que en los últimos ocho años han llevado a cabo en la Comunidad y el Ayuntamiento. A Esperanza Aguirre, Gregorio Gordo le ha afeado su afán privatizador en áreas tan sensibles como la educación y la sanidad; a Alberto Ruiz-Gallardón, su rival de IU, Ángel Pérez, le ha criticado su obsesión por invertir en proyectos faraónicos mientras se ampliaba la brecha entre los distritos del norte y los del sur. Su frase calificando a Madrid-Río como 'el mayor estanque para patos de Europa', hará historia.

A lo largo de estos 15 días, IU se ha dibujado como la única fuerza política capaz de ofrecer a los madrileños 'una salida social a la crisis', a la vez que avisaba a los socialistas de que si les necesitan para conformar una mayoría frente al PP, no se lo van a poner fácil. Es una idea que vienen repitiendo con insistencia desde que Gómez centró todo su debate con Gordo en Telemadrid en el argumento de que a partir del 22-M, PSM e IU podrán escribir juntos una nueva etapa en la Comunidad.

Los candidatos han centrado el grueso de sus propuestas en los colectivos más golpeados por la crisis. La propuesta estrella de Gordo es la de reservar el 5% del empleo público a los menores de 30 años. Por su parte, el candidato al Ayuntamiento pretende, si gobierna, destinar 420 millones, la misma cantidad que Gallardón destinó a Madrid-Río, a los barrios más desfavorecidos.