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Cumbre europea Los líderes de la UE apremian a Reino Unido a alcanzar un acuerdo este mes para evitar un brexit duro

El Brexit vuelve a ser un tema central en una cumbre europea y los 27 pondrán sus líneas rojas encima de la mesa.

El primer ministro británico, Boris Johnson, en Londres. REUTERS / Toby Melville / Pool
El primer ministro británico, Boris Johnson, en Londres. REUTERS / Toby Melville / Pool

Este jueves se cumple la fecha límite que el primer ministro británico, Boris Johnson, estableció para sellar el acuerdo de divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea, que será una realidad a partir del 1 de enero de 2021. Johnson no eligió esta fecha al azar, lo hizo porque en el calendario comunitario se había previsto una cumbre europea para el 15 y 16 de octubre.

El plazo de este jueves no se va a cumplir, porque todavía quedan por definir tres pilares del pacto: la gobernanza del acuerdo, las normas de competencia y la pesca. En Bruselas los ánimos son menos optimistas y el objetivo es apurar dos semanas más, hasta finales de este mes, para conseguir un acuerdo de mínimos.

Fuentes comunitarias han reconocido que, a pesar de que ha habido progresos, queda mucho trabajo por delante y se agota el margen de maniobra para cerrar un acuerdo a tiempo. Por ello ayer por la tarde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula con der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel, tuvieron una breve llamada telefónica con el primer ministro británico para dejar constancia de su intención de seguir negociando.

Pero, ¿Reino Unido sigue en la UE?

No, Reino Unido ya no forma parte de la Unión Europea, pero tal y como establece el acuerdo de retirada, hasta el 31 de diciembre de 2020 ambos bloques mantienen derechos y obligaciones con el otro. En esta línea, Londres sigue formando parte de los acuerdos comerciales de la Unión Europea, y los ciudadanos y ciudadanas de ambas partes mantienen los derechos previos al divorcio.

Y ahora, ¿qué se está negociando?

Ahora se están sentando las bases de la futura relación entre Reino Unido y la Unión Europea. Una especie de acuerdo de mínimos, que garantice una red de seguridad a ambos bloques tras la separación, a partir del cual se irá construyendo un acuerdo más complejo. Entre los temas a decidir están la futura relación comercial y cooperación en materia de seguridad o medioambiental.

¿Va a desploquear la negociación esta cumbre?

No, esta cumbre tiene otros asuntos en la agenda y no se va a centrar en exclusiva en hablar del Brexit. Además, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, ya adelantó a comienzos de esta semana la voluntad de continuar con las negociaciones bilaterales a lo largo de las próximas dos semanas. Unas negociaciones que vivieron un punto de inflexión cuando Reino Unido aprobó una norma interna que le permite saltarse algunos puntos del acuerdo, un gesto que hace que los 27 se aferren a sus líneas rojas y las defiendan a una.

¿Cuál es el margen temporal para cerrar el acuerdo?

No hay mucho margen de maniobra. El acuerdo debería de estar listo a finales de este mes o a lo largo de los primeros días de noviembre, a más tardar, para que se pueda completar el proceso de traducción y ratificación en tiempo y forma. Falta por conocer la voluntad de ampliar este plazo también por parte de Johnson, quien ha declarado que se siente decepcionado por la falta de avances tras la llamada telefónica de este miércoles.

¿Cuáles son los principales desencuentros?

Después de diez meses de negociación, todavía quedan por definir tres de los pilares del pacto: la gobernanza del acuerdo, las normas en materia de competencia y la pesca. Bruselas intenta que éste sea el último punto en la negociación, consciente de que es el que despierta menor entendimiento entre los 27 y algunos países empiezan a descolgarse y pedir una mayor flexibilidad.

Si pasado el plazo no hay acuerdo, ¿qué pasará?

Si no se llega a un acuerdo, Bruselas tendrá que prepararse para una ruptura sin red de seguridad

La UE ha advertido que va a intensificar las negociaciones hasta el final con Londres, aunque ya se ha descartado la adopción de un pacto ambicioso que cubra todas las parcelas de la relación futura entre ambos bloques. Sin embargo, si no se llega a un acuerdo, Bruselas tendrá que prepararse para una ruptura sin red de seguridad y sus consecuencias posteriores. Conscientes de que esto supondría un auténtico desastre y caos a ambos lados del canal de la Mancha, se busca un acuerdo de mínimos que permita negociar un acuerdo completo a posteriori.

Y si hay acuerdo, ¿cuál sería el siguiente paso?

Todavía no se ha previsto una base legal en firme, pero una vez que se llegue a un pacto arranca un proceso no menos complejo. Tal y como ocurre con los acuerdos comerciales, tendrían que validarlo los 27. Una vez que den luz verde, los textos legales deberían de traducirse en todas las lenguas de la UE y aprobarse en el Parlamento Europeo. Un proceso largo que explica que la UE apremie a Reino Unido a cerrar el acuerdo antes de acabar octubre.

El Brexit no será el único asunto encima de la mesa en esta cumbre europea. Los jefes de Estado y de Gobierno también hablarán sobre la situación preocupante por el avance del coronavirus en toda Europa, las relaciones con África y la reducción de emisiones contaminantes de cara a 2030. Las relaciones con Turquía y Bielorrusia también tendrán un espacio en la agenda de los próximos dos días y, aunque esté fuera de la programación, se espera que los líderes comenten los rifirrafes entre el Consejo Europeo y el Parlamento para alcanzar un acuerdo presupuestario.

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