La Justicia francesa investiga al exministro y antiguo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, por posible fraude fiscal con el montaje de la sociedad con la que se ha establecido en Marruecos. La empresa tendría como fin la realización de trabajos de consultoría para países y grandes firmas de propiedad privada. Al que fuera alto cargo del FMI se le acusa de sacar provecho de diferentes ventajas fiscales en Marrakech, donde se asentó en 2013.

Según el diario galo Le Monde, que alertó en marzo de las primeras investigaciones, Strauss-Kahn fue interrogado bajo arresto para explicar el sospechoso y complejo tejido fiscal con el que se relaciona su negocio. El exministro socialista, que abandonó la política cuando se destapó un escándalo que lo situaba como supuesto agresor sexual de una camarera de hotel, había creado en 2011 una sociedad de derecho marroquí, en la zona franca financiera de Casablanca, para acogerse a una importante exención tributaria.

Esto le ha permitido evitar el pago de cualquier impuesto durante cinco años, habiendo obtenido como beneficio en ese mismo período una suma de 21 millones de euros. Una vez pasado el plazo de la exención, el también exdirectivo del FMI constituyó una segunda empresa en los Emiratos Árabes, que cerraría en abril del 2021.

Los investigadores franceses quieren aclarar si el estatuto de residente fiscal en Marruecos era realmente verídico y si tenía que haber declarado en Francia su trabajo como consultor. El abogado de Strauss-Kahn asegura que no hay ningún tipo de irregularidad y que, desde el interrogatorio celebrado en marzo, no se había producido ninguna evolución judicial.

Cabe recordar que la filtración en 2021 de los llamados Papeles de Pandora sobre los paraísos fiscales de multitud de empresarios, políticos y rostros populares permitió conocer muchos detalles de la actividad del exministro. En especial, la publicación reveló importantes datos sobre los territorios y firmas a los que el francés había asesorado como consultor. Entre los hallazgos, sus estrechas relaciones con el petrolero ruso Rosneft, muy cercano a Vladímir Putin, y con varios regímenes autoritarios.