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Benito Portela, el alcalde que gestiona el Pazo de Meirás: "Hay que recordar la parte dura de la historia para que no se repita"

El regidor de Sada, que consiguió la devolución al patrimonio público del inmueble que expolió la familia Franco, aboga por que se mantenga como símbolo de la represión durante la dictadura y de homenaje a sus víctimas.

28/11/23 Benito Portela, alcalde de Sada, frente a la puerta de entrada del Pazo de Meiras.
Benito Portela, alcalde de Sada, frente a la puerta de entrada del Pazo de Meirás, el pasado domingo. J .O.

Benito Portela (Sada, A Coruña, 1975) contaba sólo siete años cuando tuvo conciencia de lo que significaba el Pazo de Meirás. Fue cuando empezó a ir al colegio público de Mondego, a menos de dos kilómetros en línea recta de lo que Emilia Pardo Bazán bautizó como las Torres de Meirás cuando empezó a construirlas a finales del siglo XIX.

Hasta entonces, el hoy alcalde del municipio que había sido elegido por Franco para establecer el núcleo de su red represiva y corrupta, antes incluso de que terminara la guerra civil, no empezó a dar sentido a las historias que había escuchado contar en el pueblo durante toda su infancia.

La guerra apenas duró unos días en Sada, pero la carnicería se prolongó años. Decenas de personas fueron asesinadas, encarceladas y torturadas por los fascistas, y a muchos vecinos de Meirás les robaron sus casas y sus tierras para ampliar el palacete que el dictador había expoliado mediante una operación fraudulenta, que incluyó también mordidas en los sueldos de los funcionarios públicos de la provincia y donaciones forzadas de miles de ciudadanos.

Redadas dias antes de la llegada del dictador

En Sada, recuerda Portela, siempre sabían que el dictador estaba a punto de llegar porque unos días antes de que arribara la Guardia Civil recorría las aldeas para atrapar y encarcelar sin juicio a los republicanos supervivientes, que se pasaban encerrados todo el verano hasta que el tirano y su familia decidían volver a Madrid.

28/11/23 Las torres del  pazo, durante la visita del pasado domingo.
Las torres del pazo, durante la visita del pasado domingo. J. O.

"Yo empecé a tener conciencia política recién cumplidos los seis años, con el 23F", explica el regidor, mientras toma un café en la terraza del bar Lilo, junto a la carretera local por la que se accede a la explanada de entrada de las Torres.

"Me llamó la atención que mi padre, que madrugaba muchísimo, se quedara hasta tan tarde escuchando la radio. Me levanté, le pregunté y me lo explicó, aunque entonces aún no era consciente de la relevancia que tenía el Pazo de Meirás en el régimen franquista. Cuando llegué al colegio de Mondego empecé a entender por qué era tan importante para ellos", añade.

La prioridad: recuperar el Pazo para el patrimonio público

Ingeniero agrónomo de profesión, Portela se hizo en 2015 con la Alcaldía de Sada encabezando la candidatura de Sadamaioría ,una organización vinculada a Anova, la formación nacionalista de Xosé Manuel Beiras y Martiño Noriega. Había quedado en segunda posición tras el PP, pero que logró el apoyo del resto de partidos. Desde entonces, la corporacion local se tomó como prioridad recuperar para el patrimonio público el Pazo de Meirás y honrar la memoria de las víctimas del franquismo.

Gracias a la ayuda de historiadores como Manuel Pérez Lorenzo, Carlos Babío y Emilio Grandío, entre otros, se armó la causa judicial que obligó a los Franco a devolver el Pazo al Estado en 2019. En mayo de ese año, Portela revalidó mandato ganando las elecciones con Sadamaioría como primera fuerza local, aunque en noviembre de 2022 fue desalojado por una moción de censura montada por tránsfugas del PSOE y de otra agrupación independiente con ayuda del PP.

29/11/23 Un grupo de personas, en los jardines exteriores de Meiras durante una de las visitas guiadas del pasado domingo.
Un grupo de personas, en los jardines exteriores de Meirás durante una de las visitas guiadas del pasado domingo. J. O.

Aquel Gobierno ralentizó los procedimientos que Sadamaioría había iniciado para conseguir la titularidad pública del inmueble, sus tierras y el patrimonio histórico que contiene. Pero en mayo pasado Portela volvió a ganas las municipales con tres puntos más de voto que en las anteriores. Sus planes siguen adelante.

"El porcentaje de nostálgicos es ínfimo comparado con quienes vienen a ver  que el pazo vuelve a ser patrimonio público"

"Las visitas son muy interesantes e incluso la hora y media larga que duran se hace muy corta", explica el alcalde, mientras cruza el portalón de hierro forjado que, según una leyenda nunca contrastada, pertenecía al Alcázar de Toledo. Según esa historia, Franco lo habría mandado instalar en Meirás tras la guerra.

Portela camina por los jardines de las Torres a mediodía de un cálido domingo de otoño, entre un grupo de unas veinte personas que se han apuntado al paseo guiado que organiza el Ayuntamiento los sábados y los domingos en horario de 10.30 y 12.30 -se puede acceder a la web de reservas en este enlace, pero todas las plazas están agotadas para lo que queda de año-.

Apología del franquismo

Hasta que los Franco fueron desalojados y desde varios años después de que la Xunta declarara el Pazo bien de interés cultural, las visitas las gestionaba la familia del dictador, que no siempre cumplía los horarios convenidos y que en los últimos años se las encargó a la Fundación Francisco Franco. Quien las dirigía, un conocido falangista coruñés, se dedicaba a hacer apología del franquismo.

28/11/23 Un grupo de visitantes observa el hall de entrada al Pazo
Un grupo de visitantes observa el hall de entrada al Pazo. J. O.,

"Ahora el discurso ha cambiado", cuenta Portela. "Se contextualizan en el tiempo las diferentes etapas del pazo, se habla de la de Emilia Pardo Bazán, del período de Franco y también de la historia desde el año 75 en adelante, de cómo se pudo demostrar la adquisición fraudulenta de 1938".

La mayoría de las zonas interiores, como la biblioteca forrada de maderas nobles y las habitaciones y estancias de las tres torres almenadas, así como las cocinas, los baños y los salones que albergan los bienes muebles en litigio, aún están cerradas al público. La previsión es que también se abran. 

Franco ordenó construir en los jardines de Meirás un chalé de juguete a escala natural para deleite de su hija Carmen

De las paredes de la planta baja y de la galería del primer piso que se atisban desde la entrada ya no cuelgan los retratos del dictador y su familia firmados por Fernando Álvarez de Sotomayor, el pintor ferrolano a quien Franco nombró alcalde A Coruña y director del Museo del Prado. Pero sí las osamentas de animales y los trofeos de caza acumulados por el tirano.

Durante la visita, la guía contratada por el Concello explica las características arquitectónicas de las áreas más conocidas del inmueble: las Torres en la fachada sur, los jardines con espectaculares vistas sobre el entorno de la ría de Sada; el hall de entrada; las sendas arboladas que inspiraron a Pardo Bazán obras como Los Pazos de Ulloa...

29/11/23 'O Paciño', la casa de juegos a escala natural que Franco ordeno construir para su hija Carmen en los jardines del Pazo de Meirás.
'O Paciño', la casa de juegos a escala natural que Franco ordenó construir para su hija Carmen en los jardines del Pazo de Meirás. J. O.

Pero también otras que han permanecido mucho más lejos de la mirada del público y que sirven a la experta para describir el contexto histórico en el que Franco se hizo con el poder en España y con la propiedad de las Torres.

Como la capilla, que alberga buena parte del patrimonio histórico expoliado por los Franco, en especial las estatuas de Isaac y Abraham que el mestre Mateo esculpió para la catedral de Santiago y que fueron birladas al Ayuntamiento de esa ciudad por orden de Franco, y cuyo valor es incalculable

Propiedades robadas a familias campesinas de Sada

O como la casa de Josefa Portela, una de las propiedades aledañas al Pazo robadas a una familia de campesinos, que el franquismo ocultó bajo un armazón de cemento y bloques que simula la fisonomía de las Torres, para que no desentonara con la supuesta grandeza de su nuevo propietario y para que nadie pensara que era fruto de un indigno latrocinio.

"Meirás debería quedarse como un símbolo del franquismo, para recordarnos realmente todo lo que supuso la dictadura"

O como O Paciño, el chalé de juguete a escala natural, con hórreo y pozo, que Franco y su mujer, Carmen Polo, hicieron levantar para disfrute de su hija Carmen. No tiene ningún valor patrimonial, pero, como asegura la web del Ayuntamiento de Sada, es un buen ejemplo "de la desconexión existente entre la realidad que se vivía intramuros de Meirás y la realidad social y económica de la Galicia de la posguerra", sumida en la miseria y las hambrunas y asediada por el terror fascista.

"Meirás debería quedarse como un símbolo del franquismo, para recordarnos todo lo que supuso la dictadura y para honrar a toda la gente que fue represaliada, perseguida y vilipendiada por el régimen", subraya Portela, quien no teme que el pazo pueda convertirse en lugar de peregrinaje de fascistas.

28/11/23 El alcalde de Sada, Benito Portela, junto a un guardia de seguridad en los jardines del Pazo de Meiras.
Escalinata y fuente en los jardines del Pazo de Meiras. J. O.

"Hay una cantidad de visitas fuera de lo común y el porcentaje de nostálgicos, que también tienen derecho a disfrutar del patrimonio público, es ínfimo comparado con la mayoría social que viene a ver con orgullo cómo el pazo vuelve a ser patrimonio público", recalca.

Regalos al Estado coleccionados por el tirano

Los Franco han recurrido la sentencia que declara que las Torres son propiedad del Estado y han reclamado también parte de los bienes muebles que había en ellas: pinturas, esculturas y otras obras de arte; mobiliario y antigüedades procedentes de regalos coleccionados por el tirano como jefe del Estado; la biblioteca de Pardo Bazán; objetos de enorme valor patrimonial expoliados de otros pazos, iglesias y lugares emblemáticos de Galicia y de otras zonas de España...

"No está de más volver a pedir a la Xunta que declare bien de interés cultural los muebles de Meirás en litigio"

"No está de más volver a pedir a la Xunta que declare todo eso bien de interés cultural, porque serviría de mucho" para el procedimiento judicial, asegura el alcalde.

Hasta que los litigios se resuelvan, el Concello de Sada sigue abriendo cada semana las imponentes alas del portalón de hierro de Meirás. Y es cierto que visitar el lugar en el que el dictador tramó el genocidio de cientos de miles de personas y diseñó una tiranía que aún hoy sigue teniendo adeptos no resulta una experiencia cien por cien grata para el espíritu, sino hasta grimosa, dolorosa, incluso.

Pero eso también explica, quizá, el empeño de Benito Portela y de muchos otros vecinos de Sada en no olvidar nunca las horribles historias que les contaban de niños y que empezaron a cobrar sentido en sus cabezas poco a poco, al ritmo en que hoy avanza el proceso para recuperar completamente Meirás para la ciudadanía, con todo su contenido y con todo su significado. "Hay que recordar la parte dura de la historia para que no se vuelva a repetir".

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