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El Gobierno Vasco aprueba sus Presupuestos en solitario tras varios días de escándalos y malas noticias

El Parlamento da el visto bueno al proyecto de Cuentas del Ejecutivo autonómico con los únicos votos de PNV y PSE, que suman mayoría absoluta. La oposición en su conjunto se ha manifestado en contra.

Parlamento Vasco
El lehendakari, Iñigo Urkullu, durante una comparecencia anterior en el Parlamento Vasco. David Aguilar / EFE

Trámite superado. El Gobierno Vasco ha conseguido sacar adelante los primeros Presupuestos de esta nueva legislatura, y lo ha hecho tal como se preveía: sin sobresaltos internos y, al mismo tiempo, sin apoyos externos. El proyecto ha sido aprobado con los únicos votos de PNV y PSE, fuerzas políticas que gobiernan en Euskadi con mayoría absoluta. El resto de la Cámara autonómica ha dado la espalda entre severas críticas.

"Este proyecto sale como entró: sin cambiar ni una coma", resumió la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, durante el turno de intervenciones de los distintos grupos parlamentarios. La parlamentaria de izquierdas denunció que por parte del Gobierno Vasco solamente hubo un "simulacro de negociación" y subrayó que "no existió intención de modificar ni un ápice un presupuesto que es insuficiente y, en algún extremo, remendón". 

Desde EH Bildu, el parlamentario Josu Estarrona marcó las diferencias de modelo entre la coalición soberanista y el Gobierno que encarnan PNV y PSE. Dijo en tal sentido que se trata de unos Presupuestos "con las prioridades de siempre" y señaló que las cuentas de esta año "nacieron con grandes carencias y lagunas". También lamentó que no hubiesen sido aceptadas ninguna de las enmiendas de la oposición. "El Gobierno ha fracaso en su intención de conseguir acuerdos", afirmó Estarrona. 

"Ustedes no están acostumbrados a gobernar, están acostumbrados a administrar", afirmó por su parte el portavoz de PP-Ciudadanos, Luis Gordillo, dirigiéndose a los representantes del Gobierno. La única parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, también se mostró en contra de los Presupuestos. 

Frente a esas críticas, el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, ha vuelto a defender hoy la validez de estas cuentas en el contexto actual, remarcando que permitirán "activar aún más si caben las políticas" dirigidas a luchar contra las consecuencias de la pandemia.

En octubre pasado, el propio Azpiazu aprovechó la presentación de las directrices que marcarían los Presupuestos para prometer que Euskadi diría agur a la austeridad. Ahora el Ejecutivo reivindica que casi 8 de cada 10 euros se destinará a Salud, Educación, Empleo y Políticas Sociales. Las Cuentas de este año ascienden a 12.442 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,1% del gasto real. 

"El Gobierno tiene apoyo más que suficiente para aprobarlas con holgura", dijo Azpiazu a la entrada del pleno cuando los medios le preguntaron sobre la falta de apoyos más allá de PNV y PSE. Sus palabras se materializaron algunas horas después, cuando llegó el turno de las votaciones: las cuentas salieron adelante únicamente con los votos de ambos partidos. Del mismo modo, fueron rechazadas todas las enmiendas formuladas por los grupos de la oposición.

Vacunas, golf y jueces

La aprobación de los Presupuestos ha llegado tras varios días de malas noticias encadenadas en los despachos del Gobierno Vasco. En plena tercera ola de la pandemia, el Ejecutivo tuvo que digerir y gestionar las informaciones que revelaban que los directores de los hospitales de Basurto y Santa Marina se habían vacunado contra el coronavirus de forma irregular. La oposición en tromba pidió la dimisión de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, algo que el Urkullu rechazó.

Con los cuestionamientos a Sagardui aún en el aire apareció un nuevo problema: el diario El Correo informó este martes que Ibon Etxeberria, miembro del LABI (consejo asesor que se encarga de adoptar medidas contra la pandemia en Euskadi) y director de Régimen Jurídico, Económico y Servicios Generales del Departamento de Salud, se había saltado el confinamiento municipal vigente en el País Vasco para ir a jugar al golf. Algunas horas después de la publicación de esa noticia, Sagardui anunció la destitución de Etxeberria.

Los problemas no acabaron ahí. Mientras el Gobierno Vasco lidiaba con el escándalo provocado por el miembro del LABI, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco estableció que los bares situados en la "zona roja" –localidades con alta tasa de incidencia– podían reabrir, contradiciendo así lo dictado por el Ejecutivo de Urkullu. Ese dictamen del TSJPV ha provocado un profundo malestar en el Gobierno Vasco, que teme además una cascada de recursos contra sus decisiones.

Poco después trascendió que el juez que preside la sala que ha ordenado reabrir los bares, Luis Ángel Garrido, había señalado esta misma semana en una tertulia de Radio Popular que un epidemiólogo "es un médico de cabecera que ha hecho un cursillo" y que la epidemiología "no está tan avanzada como parece". También se conoció que su perfil de Whatsapp lucía la frase "No más confinamiento" en inglés. Garrido explicó que se trataba de una canción de Van Morrison que lleva ese nombre. 

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