El Tribunal Superior de Londres ha rechazado juzgar la demanda por acoso presentada contra Juan Carlos I por su examante Corinna Zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, al considerar que la Justicia inglesa no tiene jurisdicción para hacerlo. La empresaria reclamaba al emérito 126 millones de libras (unos 146 millones de euros) en concepto de daños y perjuicios.

"Mi conclusión principal es que el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales carece de competencia para conocer de esta reclamación. Esto se debe a que no se ha interpuesto contra el demandado en su país de domicilio, como es su derecho por defecto; y la demandante no me ha convencido de que tenga argumentos sólidos y defendibles de que su reclamo cae dentro de una excepción a esa regla predeterminada", ha señalado la jueza Rowena Collins Rice.

La decisión se ha dado a conocer este viernes después de que el pasado julio el tribunal escuchara las alegaciones de la defensa de Juan Carlos I. El equipo jurídico del emérito solicitó que se desestimara la demanda de Larsen al considerar que los tribunales de Reino Unido no eran los competentes para juzgarla.

La defensa se basó en el artículo 4 de la regulación de la UE sobre jurisdicción, el cual establece que las personas domiciliadas en un Estado miembro, independientemente de su nacionalidad, deben ser demandadas ante los tribunales de ese país. Los abogados expusieron en su escrito que dicha regulación comunitaria operaba en este caso concreto porque se inició antes de que acabara el periodo de transición para el brexit.

La empresaria danesa ha señalado que está "profundamente decepcionada" después de que el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales haya rechazado juzgar su demanda. En un comunicado recogido por Efe, Larsen lamenta que "las víctimas de acoso a menudo tienen que luchar para hallar justicia" en el sistema legal y mantiene que el antiguo jefe del Estado español ha "desplegado todo su arsenal" para destruirla.

En concreto, Corinna acusa al emérito de haberla acosado directamente o a través de terceras personas entre 2012 y 2020, ya sea interfiriendo supuestamente en sus comunicaciones de teléfono móvil o desprestigiándola a través de la prensa.

La estrategia judicial del emérito

Juan Carlos inició su defensa contra Corinna en diciembre de 2020 con la firma de los caros y prestigiosos abogados Clifford Chance. En julio de 2022, Juan Carlos I se estrenó con el equipo de letrados de Carter-Ruck, bufete que le ganó la inmunidad parcial (hasta su abdicación). Sin embargo, el triunfo no impidió que esta misma firma de abogados lo demandara a finales de 2022 por impago o no cumplir el contrato mercantil.

Ahora es el despacho Velitor Law el que defiende al emérito de Corinna Larsen. La estrategia del bufete ha sido la de ridiculizar las reclamaciones de Corinna contra Juan Carlos I y "poniendo precio al amor y al desamor". En concreto, el letrado del emérito Adam Wolanski calificó esta demanda como "revoltijo de trivialidades que no se sostiene ni tiene posibilidades de prosperar".

Mientras, los abogados del ex jefe del Estado español intentaron ridiculizar la demanda de Corinna, los representantes legales de ella describieron al rey como "un hombre poderoso, con fortuna e influyente en el mundo", quien, en este proceso, se enfrenta "a una mujer vulnerable".