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Una revista oficial del Ejército difunde el discurso de la derecha sobre el fin de ETA y datos falsos sobre EH Bildu

La publicación 'Armas y Cuerpos', editada por el Ministerio de Defensa, incluye en su último número un largo informe sobre las víctimas de ETA en las Fuerzas Armadas. El autor, un exmilitar que estuvo en Euskadi, carga contra el independentismo. 

Militar en un tanque
Un militar a bordo de un tanque durante el desfile del pasado 12 de octubre de 2022 en Madrid. Eduardo Parra / EUROPA PRESS

La coalición soberanista EH Bildu aparece como invitada (involuntaria) en Armas y Cuerpos, una de las revistas oficiales del Ministerio de Defensa. La publicación incluye un artículo del coronel retirado José Luis Sordo, quien estuvo varios años en Euskadi. En un texto dedicado a las víctimas de ETA en las Fuerzas Armadas, este exintegrante del Ejército apunta contra la formación vasca y alerta de un "blanqueamiento" del pasado. 

"Las Fuerzas Armadas Españolas, objetivo mortal de ETA" es el título del texto escrito por Sordo y publicado en el número 151 de la revista Armas y Cuerpos, la publicación de carácter cuatrimestral de la Academia General Militar (AGM). La edición de dicha revista está a cargo del Ministerio de Defensa.

El coronel retirado publicó este artículo al calor de las presentaciones de su último libro, dedicado precisamente a las víctimas del terrorismo en el ámbito de las Fuerzas Armadas. Anteriormente había publicado otros dos libros, uno relacionado con las negociaciones entre los gobiernos democráticos y ETA y otro sobre el final de ETA Político Militar.

Según consta en su currículum, Sordo estuvo destinado en Bilbao entre 1977 y 1981, mientras que entre 2005 y 2007 permaneció en Donostia como Coronel-Jefe del Regimiento de Infantería Ligera Tercio Viejo de Sicilia, Jefe del Acuartelamiento de Loyola y Comandante Militar de Gipuzkoa.

"Las Fuerzas Armadas españolas siempre estuvieron en el punto de mira de ETA con el objetivo último de esta organización terrorista de provocar en sus componentes una continua situación de alta crispación que les condujera a enfrentarse al Gobierno del momento y dar lugar así a una situación de grave inestabilidad política. Afortunadamente, ETA nunca logró su objetivo", señala en uno de los primeros párrafos de su artículo en Armas y Cuerpos.

Tras aportar distintos datos sobre esos crímenes –señala en concreto que "un centenar de militares murieron en atentado terrorista desde 1973 a 2008"–, el autor apunta que "el dolor continúa produciéndose en la actualidad con relativa frecuencia en viudas, hijos, padres o familiares de militares asesinados ante la falta de respeto hacia las víctimas por los recibimientos en sus localidades de origen de los etarras que salen de las cárceles y son recibidos como auténticos héroes, ante la preocupante pasividad de los responsables políticos o incluso de la propia sociedad".

Asegura además que "desde algunos foros políticos y sociales" se intenta "reescribir la historia del terror acaecida en España durante más de cincuenta años" e incluso sostiene que "un nuevo relato de la violencia terrorista de ETA pretende suplantar el verdadero papel protagonizado por los verdugos y sus víctimas".

El coronel retirado alude poco después a la "a falta de una condena contundente
del terrorismo por parte de la izquierda abertzale" y plantea "un debate público sobre el tratamiento a dar a EH Bildu, heredera de Herri Batasuna e ilegalizada
por el Tribunal Supremo en 2003 por formar parte de la estrategia de ETA y que no condena el terrorismo". 

Lo cierto es que EH Bildu nació en 2012, exactamente nueve años después de la fecha que cita Sordo. La coalición abertzale –impulsada por Sortu, Alternatiba, Aralar y Eusko Alkartasuna– no ha sido objeto de ningún proceso de ilegalización. Hoy juega un papel relevante en el Congreso, donde forma parte del bloque favorable a políticas progresistas, y cuenta con un amplio respaldo electoral en el País Vasco y Navarra. 

En 2003 –fecha citada por el autor del artículo publicado por Armas y Cuerpos– tuvo lugar la prohibición de Herri Batasuna y Batasuna, formaciones que –a diferencia de la coalición EH Bildu– obedecían exclusivamente a las estructuras políticas de la izquierda abertzale tradicional. 

El exjefe del Acuartelamiento de Loyola asegura además que "la antigua militancia de ETA, buena parte de la cual se encuentra ahora en el partido político Sortu, considera que la existencia de ETA fue necesaria y reconoce
su legado como una contribución a mantener el esencialismo político-cultural frente a la hegemonía del Estado español". 

En su artículo, el militar se refiere también a "la reclamación de muchas víctimas del terrorismo respecto a mayores esfuerzos del Estado y de la ciudadanía para contribuir a desautorizar a la izquierda abertzale e impedir así que legitimen el terrorismo".

"Mero espejismo"

Asimismo, el texto publicado por la revista oficial de la Academia General Militar llega incluye también una lectura sobre el final de ETA. "Después de la disolución de ETA el 3 de mayo de 2018, las víctimas del terrorismo tenían la ligera esperanza de que las organizaciones afines a la banda terrorista harían una declaración expresa de condena de la violencia causada y pedirían perdón por los crímenes cometidos. Sin embargo, todo fue un mero espejismo", afirma Sordo.

Para este exmilitar, "la estrategia de la intervención internacional planificada por el entorno abertzale y la propaganda consiguiente utilizada para representar el fin de ETA como gran acontecimiento tuvo su importancia". 

"No nacionalistas"

En otro tramo de su artículo, el coronel retirado subraya que "en las acciones armadas llevadas a cabo por ETA no solo hubo violencia y terror, sino que también existió la violencia psicológica y política que coaccionó y aterrorizó durante muchos años a aquellos ciudadanos vascos que se consideraban no nacionalistas y que, aun hoy en día, continúa condicionando sus vidas".

"Algunos de ellos tienen que convivir hoy en el mismo lugar o incluso en la misma calle que los asesinos de sus seres queridos y soportar los homenajes públicos dedicados a los terroristas excarcelados, provocando con ello la humillación de víctimas y familiares", afirma.

Seguido, Sordo incluye datos sobre el número de presos vascos que han sido acercados a cárceles de Euskadi por el Gobierno, algo que ocurre en estricto cumplimiento de la legalidad penitenciaria pese a las críticas de la derecha y ultraderecha. 

"El miedo persiste"

En su análisis, el autor asegura también que "el silencio y el miedo han sido
unas constantes en una buena parte de la sociedad, fundamentalmente la vasca", e incluso alega que ese miedo "todavía persiste en una parte de esa ciudadanía que desarrolla un diferente ideal político respecto al nacionalismo más radical".

Sordo dedica las últimas de su artículo a remarcar que la sociedad "no debería admitir que toda la trágica historia de violencia y terror ocurrida hace un tiempo no muy lejano en España se la quieran presentar los herederos de ETA y otros grupos o colectivos políticos blanqueada u olvidada". 

   

 

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