El espionaje con el sistema israelí Pegasus a líderes independentistas catalanes se cuela en la operación Cataluña. El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, ha afirmado este viernes que el espionaje que sufrió por parte del CNI en 2019 y 2020 se englobaría en una "segunda parte" de aquella trama extrajudicial llevada a cabo por el Ministerio del Interior del Gobierno de Rajoy para neutralizar el independentismo catalán. 

El mismo día que Paz Esteban, exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ha declarado en el juzgado de Barcelona que investiga la querella de Aragonès sobre el espionaje que sufrió a través del sistema Pegasus --aún no ha trascendido el contenido de su declaración--, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha dicho desde Bruselas que cuando se produjeron esos episodios, el Gobierno ni tenía conocimiento ni había autorizado porque eran operaciones "que venían de antes". 

En la misma línea se ha manifestado este viernes Pere Aragonès, que ha remarcado que su espionaje, entre julio de 2019 y enero de 2020, constituye una "una segunda parte de la operación Cataluña", pero sin descartar la presunta participación del Gobierno socialista, como extensión de la trama iniciada en el Gobierno de Mariano Rajoy.

Aragonès ha denunciado este viernes que la documentación remitida por el Gobierno al juzgado tras la desclasificación del CNI es "incompleta" y "censurada" en relación a que tiene "páginas enteras manchadas de negro" para que no se pueda ver el contenido. El president considera que el CNI mintió al juez del Supremo para "violar sus derechos fundamentales", al justificar el espionaje en una supuesta jefatura en la clandestinidad de los CDR (Comités de Defensa de la República) por parte de Aragonès cuando era ya la segunda autoridad del Govern. 

El pasado 16 de enero, el Consejo de Ministros autorizaba la desclasificación de parte de la documentación secreta relativa a la intervención del teléfono móvil del presidente de la Generalitat para entregarla al titular del Juzgado de Instrucción 29 de Barcelona, de cara a la declaración de Paz Esteban. Sin esa desclasificación, la exdirectora del CNI no hubiera podido declarar sobre la operación, al no estar autorizada. 

Los autos desclasificados, firmados por el juez del Supremo Pablo Lucas, el competente para autorizar el espionaje del CNI cuando están en juego derechos fundamentales, revelan que el CNI pidió autorización para espiar con el software Pegasus el móvil de Pere Aragonès bajo la premisa de que era él quien coordinaba clandestinamente las acciones de los Comités de Defensa de la República (CDR) en Catalunya. 

El juez avaló el espionaje al móvil de Aragonès en tres autos: uno de julio de 2019 para permitir el ataque con el software malicioso y otras dos prórrogas de tres meses de octubre de 2019 y de enero de 2020. 

Consta en los autos desclasificados parcialmente que se solicita permiso para espiar a Pere Aragonès "no por su condición de vicepresidente de la Generalitat, sino por la labor de dirección y coordinación de las actividades de los Comités de Defensa de la República (CDR)", según ha sabido este diario de fuentes jurídicas.

Paz Esteban, destituida a raíz del escándalo de Pegasus, admitió en el Congreso que el CNI espió a 18 políticos independentistas, entre ellos Aragonès, siempre con el aval del juez del Tribunal Supremo. 

Hay que señalar que, según el propio funcionamiento del CNI, es el Gobierno el que debe solicitar la intervención al juez del Supremo para que los servicios secretos puedan intervenir las comunicaciones de las personas. Y es al Ejecutivo a quien rinde cuentas el CNI en relación al resultado de las pesquisas, según apuntan a este diario fuentes jurídicas. 

Es por ello que algunos cargos del Govern ya han manifestado que se les hace difícil creer al Gobierno cuando se exonera del espionaje, que además se produjo en el mismo momento en el que ERC negociaba con Pedro Sánchez la primera investidura de este.