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Villarejo admitió ante la directora del CNI su responsabilidad en la difusión de la grabación de dos espías en el 'caso Nicolay'

La distribución de ese audio podría constituir un delito de revelación de materia reservada. Pero no consta que Casteleiro u Olivera elevaran a instancia alguna que Villarejo les había reconocido en una comida haber "movido" la grabación en prensa. 'Público' ofrece ahora extractos de aquella conversación. 

La directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro, en un acto en Madrid el 28/07/2023
La directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro, en un acto en Madrid el 28/07/2023. Diego Radamés / Europa Press

El 6 de octubre de 2015 se reúnen para comer en un restaurante a las afueras de Madrid el comisario José Manuel Villarejo; su "tronco", el también comisario José Luis Olivera; un coronel del Ejército llamado Rafael Sánchez-Puerta Ortiz; y la actual directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro. Esta última, en la fecha del encuentro, tenía "dependencia funcional" del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), que depende del Ministerio del Interior y que entonces dirigía uno de los comensales, el comisario Olivera.

El juez Arturo Zamarriego –que instruía el caso del Pequeño Nicolás (Nicolay)– citaba a declarar aquellos días a la cúpula policial por la grabación y difusión de una conversación entre agentes del CNI y de Asuntos Internos. Una grabación ilegal que se acabaría convirtiendo en protagonista del almuerzo y que Villarejo, como era habitual en él, registró en un audio al que ha tenido acceso Público.

En las cinco horas de duración de esa comida con su sobremesa, Villarejo reconoce varias veces ante la actual directora del CNI que él movió la grabación ilegal en los medios: "Por ahí pueden ir los tiros". Y, por si quedaba alguna duda, su amigo, su "tronco", su socio, su compañero de batallas, el comisario Olivera, entonces jefe de Casteleiro, no para de repetir que fue Villarejo quien "ha movido la grabación": "Como si hay que dársela a la BBC".

La difusión de esta grabación fue objeto de investigación policial y judicial, porque con su publicación se desvelaba la identidad de los agentes del CNI, ya que sus voces se oían perfectamente. Esta circunstancia podría ser considerada en un proceso judicial como revelación de materia reservada.

Sin embargo, ni en el sumario del caso ni durante la celebración de las vistas judiciales ha quedado constancia de que Olivera o Casteleiro dieran traslado a instancia alguna de las palabras de Villarejo durante esta comida, con las que admitía estar relacionado con la difusión de la grabación.

Un difusión confesada que un tribunal absolvió

A principios de 2023, la Audiencia Provincial de Madrid absolvió a Villarejo por la grabación ilegal a agentes del CNI y su posterior difusión en el marco del caso Nicolay. Los jueces alegaron que existía "duda razonable" de que pudiera haber otros posibles autores de la grabación y la difusión.

Sin embargo, el audio de octubre de 2015 que se analiza ahora evidencia que Villarejo admitió ser el responsable de la difusión de la grabación en medios y que lo hizo ante la persona que actualmente dirige los servicios secretos de España por decisión de la recién refrendada ministra de Defensa Margarita Robles.

En el juicio no se tuvieron en cuenta varias pruebas pese a que una de ellas, las agendas del comisario, habría apoyado la participación y protagonismo de Villarejo en la difusión de aquel audio. Y es precisamente en esas agendas donde también aparece reflejada la grabación de cinco horas de la comida con Casteleiro.

Aquel 6 de octubre de 2015, Villarejo anota en su agenda que Olivera le propone comer "con el CNI", en alusión a Sánchez-Puerta y Casteleiro. De hecho, estas dos personas aparecen recogidas en otro apunte posterior al almuerzo, una comida que, según escribe, se "prolongó hasta las 20 horas". En esta anotación, bajo la referencia "CNI", refleja los detalles de la conversación con los nombres de los participantes.

Apunte de la agenda de Villarejo del 6 de octubre de 2015 con referencia al almuerzo con Esperanza Casteleiro
Apunte de la agenda de Villarejo del 6 de octubre de 2015 con referencia al almuerzo con Esperanza Casteleiro.

Villarejo se esfuerza en todo momento en hacer explícito que esa reunión se produce con agentes del CNI. No solo en su agenda, también durante la conversación, algo a lo que contribuye Olivera, que en un momento llega a decir sobre Sánchez-Puerta y Villarejo: "De espía a espía". De esta manera, entre todos, simulan ser miembros funcionales de los servicios secretos.

No obstante, en Público ya hemos explicado que ni Casteleiro ni Sánchez-Puerta lo eran en ese momento. De hecho, los nombres de ambos constan en el sumario de Tándem con todas las letras. Si se tratara de agentes del CNI, sus nombres deberían haber sido anonimizados o borrados del sumario por orden judicial para proteger sus identidades, ya que serían "materia reservada", tal y como recoge la Ley de Secretos Oficiales de 1968.

Algunos cortes de audio de este encuentro se habían filtrado anteriormente para promocionar las amenazas de Villarejo en esta comida. Fragmentos de la conversación también podrían haber servido al comisario para desvincularse de la autoría de la grabación a los agentes del CNI en 2014, pero con las cinco horas completas se puede demostrar que Villarejo, ante la insistencia de las bromas acusatorias de Olivera, acaba reconociendo que, como poco, distribuyó el archivo entre los medios.

Villarejo "movió" la grabación ilegal

La grabación ilegal al CNI no es el único asunto del que charlan en la comida, pero sí ocupa un lugar importante en las cinco horas de conversación. Villarejo asegura que el culpable de que se le acuse de grabar ilegalmente a los agentes de los servicios secretos en el caso Nicolay es el propio CNI. De hecho, señala directamente al general Félix Sanz Roldán, en ese momento director de la inteligencia española.

"Filtran a la prensa, el tonto del Rubén y el [¿gañán?] de Marcelino, con apoyo de vuestro jefe [en referencia a Félix Sanz Roldán]. ¿Por qué? Porque yo tengo confianza con algunos periodistas, mucho más que él [...]. Y yo hago maldades con ellos, ¿entiendes? Y tengo mucha más complicidad con los periodistas que él [Sanz Roldán], pero cien millones de veces".

La mayor parte del tiempo Villarejo intenta desvincularse de la autoría de la grabación. No para de repetirlo. Por su parte, Olivera apoya esta tesis de que su "tronco" no grabó, pero bromea constantemente acerca de que lo que sí que hizo fue distribuir el audio entre los medios, lo que él denomina "mover".

Villarejo a Rafael Sánchez-Puerta: Te doy mi palabra de honor, Rafael, que [la grabación] no es mía. Te doy mi palabra de honor. ¡Coño! Que es verdad. Metéroslo [sic] en la cabeza, ¡que no es mía la grabación! Que me llega a mí, como dice él [en alusión a Olivera, que dijo antes que le llega a mucha gente], y a otras más personas, al cabo de dos días, eso es cierto.
Olivera: ¿Quién la mueve? Eso vamos a dejarlo de…
Rafael Sánchez-Puerta: No le apoyes, no te equivoques.
Olivera: ¡No, no! Yo sé que
[Villarejo] no la graba.
Villarejo: Perdóname. ¡Que yo no grabo!
Rafael Sánchez-Puerta:
[Ininteligible] Tiempo al tiempo, si quieres nos apostamos una [¿cena?]...
Villarejo: Lo que quieras, en Zalacaín.
E. Casteleiro: ¿Y por qué te lo achacan?
Villarejo: ¿A mí? Porque me había metido en toda la vorágine y como saben que soy peleón, que soy peleón... Yo me apuesto
[dirigiéndose a Sánchez-Puerta], donde quieras.

En esta parte Villarejo asegura que la grabación le llegó a los dos días de que se efectuara, algo que podría coincidir con que se la hubiera entregado el periodista Carlos Mier, quien habría sido la persona que grabó la reunión a través del móvil del comisario de Asuntos Internos Marcelino Martín-Blas, según la reconstrucción de los hechos con las antenas BTS que no se tuvo en cuenta en el juicio. Estrictamente esa historia podría mantenerse.

Pero en su particular reconstrucción de los hechos, entre risas de Casteleiro, Villarejo señala a Martín-Blas, "el tonto de Marcelino", como la persona que graba y que "se la manda a un tío por error":

Rafael Sánchez-Puerta: Si es que lo voy a ganar. Estoy apostando sobre seguro.
Villarejo: Pues, tronco, te han guindao, Rafa, ¡te han guindao! Quien sea te ha guindao. Yo sí que lo tengo seguro porque yo sé lo que hago y lo que no hago y ¡eso no lo he hecho! Jaja.
E. Casteleiro: Jaja, qué fuerte.

Villarejo: Otra cosa, insisto, otra cosa, y ya te lo dije: mi intuición, mi intuición, que no tengo tal…, es que Marcelino es el que graba, que Marcelino es el que manda al… Que a lo mejor se equivoca y lo manda a un tercero. Eso sí, eso sí pudo ocurrir. Porque ese tercero, ¡eh!, es el que se lo manda a una serie de personas y una de esas personas me lo manda a mí.
Olivera:
[dirigiéndose a Sánchez-Puerta] ¿Y quién lo mueve? Yo no te… Yo de quien lo mueve no te digo nada, porque eso ya te lo digo yo...

Villarejo: Que vas a palmar [dice sobre la apuesta a Sánchez-Puerta], que aquí estamos hablando entre nosotros.
Olivera: De espía a espía. De espía a espía.
Villarejo [a Sánchez-Puerta]: Que te habrán guindao, que te habrán guindao. A ti lo que te han contado es "por un programa no se qué se graba" y eso es mentira.
Rafael Sánchez-Puerta: Eso es verdad, o sea en el sentido de que existe.
Villarejo: No, no, no. ¿Que existe el programa? Claro que sí, lo tenéis vosotros [con vosotros se refiere al CNI]. Yo de vez en cuando tengo que quitar la batería cuando voy a hacer alguna cosa chunga... Ahora insisto… Estoy seguro… Mi intuición es que el tonto de Marcelino se equivoca y se la manda a un tío por error y ese pavo es el que... En fin, se la debe dar a otro o a quien sea... El caso es que a mí me llega. A los pocos días me llega.

En este fragmento, Villarejo explica ante la actual directora del CNI que hay una persona que envió la grabación ilegal a agentes de inteligencia, que conoce a dicha persona y que sabe que ésta mandó el mismo archivo a terceros.

Casteleiro ni se inmuta, pero después de estas palabras llega el momento en el que Olivera reconoce abiertamente que fue Villarejo quien movió el audio entre los periodistas. De hecho, este último, para reforzar la versión de Olivera, afirma: "Yo nunca le he mentido en nada".

Olivera: Yo os voy a decir una cosa, a mí es que me la pela si él la ha grabado. Me la pela, pero él me lo hubiera dicho.
Villarejo: Yo te lo hubiera dicho tronco, jaja.
Olivera: Yo te lo diría: "Pues la ha grabado, nos ha jodido".
Villarejo: Y lo mismo que tal yo te lo habría dicho.
Rafael Sánchez-Puerta: Pero tú no lo sabes…
Olivera: Yo no lo sé.
Villarejo: Pero él sabe que yo nunca le he mentido en nada.
Olivera: Pero sé que la tenía
[la grabación ilegal].
Rafael Sánchez-Puerta: Yo también.
Olivera: Y sé que la ha movido.

Olivera aquí explica que Villarejo le había informado de que tenía la grabación ilegal y de "que la ha movido", en relación a su entrega a periodistas y medios.

Villarejo: Pero bueno, el argumento es ese, no me lo vayas desviando. El argumento [de Sánchez-Puerta] es que yo o alguien de mis amigos ha utilizado un programa para meterme en uno de los teléfonos de los que estaban allí. Ese es el argumento, ¿no?
Sánchez-Puerta: No…
Villarejo: No, no, te quiero decir. ¿Ese es el argumento? Yo te digo que NO. Mi argumento es que creo que Marcelino es el que graba y se equivoca el muy tonto y luego después manda a un tercero el tema y ese tercero se lo da a otro y el otro me lo da a mí. Y algún te diré… No, yo no estoy. Y además no es un tema consciente, es un error que comete Marcelino, seguro.
Sánchez-Puerta:
[inaudible].
E. Casteleiro: ¿Uno más?
Villarejo: Otro más. […] Marcelino. Por tonto.
Olivera: […] ¿Y eso quién lo va a mover? Villarejo. Lógico. Esa es mi teoría.
Villarejo: Por ahí pueden ir los tiros.
Olivera: Y esa es mi teoría, porque te digo una cosa [dirigiéndose a Casteleiro]: si me lo dan a mí, se lo doy a él; ¡vamos! pero, ¡en diez minutos!
E. Casteleiro: Claro, claro. El adecuado. El adecuado.
Villarejo: Pero eso es así, eh.

Este es el momento en el que Villarejo reconoce que está relacionado con la difusión de la grabación. Olivera explica que su teoría es que Villarejo no grabó la conversación de los agentes del CNI, pero que sí la difundió: "¿Y eso quién lo va a mover? Villarejo", dice el director del CITCO. A esto, el comisario de las cloacas responde reconociendo su vinculación: "Por ahí pueden ir los tiros".

Villarejo: Pero de verdad, Rafa, quien te haya vendido la burra se ha equivocado.
Olivera: Totalmente, si tuviera que apostar ahora…
Rafael Sánchez-Puerta: Porque tú le conoces.
Olivera: Yo le conozco.
Villarejo: Él me conoce y sabe que le diría: "Pues sí, lo he hecho yo, joder". Lo mismo que le he dicho…
Olivera: ¿Que la ha movido? ¿La ha movido? Sí. ¿Que la ha movido? Sí. Ha movido la grabación. Por joder a Marcelino o a quien sea. Como si hay que dárselo a la BBC.
Villarejo: Pero, claro, el tonto del
[juez] Zamarriego lo que ha hecho es convertir el 'caso Nicolás' en el 'caso Villarejo'.
Olivera: ¿La ha movido? Sí.
Villarejo: Y lleva dos meses con secreto del sumario y no tiene forma Zamarriego de llegar a mí. Nunca. Es inútil. No tiene forma de llegar a mí. Nunca. ¿Por qué? Porque yo no estaba en el tema.

El comisario Olivera, después de esta reunión, continuó en su puesto como director del CITCO. Por su parte, Esperanza Casteleiro llegó a ser directora del CNI. Sin embargo, sobre estos detalles no ha aparecido nada en el sumario del caso Nicolay y tampoco se ha sabido que ninguno de los dos pusiera en conocimiento de la autoridad judicial esta información que habían conocido por boca de Villarejo.

Público se ha puesto en contacto con el Ministerio de Defensa para recoger el punto de vista de la directora del CNI, Esperanza Casteleiro, sobre estos audios y lo que revelan, pero al cierre de esta información no se ha obtenido respuesta.

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