El pulso continúa. En esta ocasión ha sido Ignacio Garriga, secretario general de Vox, quien ha redoblado la apuesta y no ha dudado en amenazar a su socio de Gobierno en Castilla y León con finiquitar la alianza: "Si no se cumplen los acuerdos tendremos que revisar si seguimos en el Gobierno".

En una entrevista en La 2 y Ràdio 4, Garriga ha respondido a las palabras de este lunes del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien no dudó en asegurar durante su alocución que las medidas previstas por Vox no serán obligatorias para los médicos de la comunidad autónoma.

Recordemos que el protocolo anunciado por Juan García-Gallardo el pasado jueves tiene por objetivo disuadir a las mujeres que no quieran continuar con su embarazo, tales como escuchar el latido fetal o una ecografía 4D. Unas medidas que van en contra de la reforma de la ley del aborto que ha propuesto el Ejecutivo y que tiene pensado ratificar en breve.

"Exigiremos que se cumpla lo acordado. Eso está pactado y esperamos que la consejería de Sanidad emita la orden en los próximos días", ha contestado Garriga, que ha confirmado que espera que en la orden se establezca la obligatoriedad para los médicos de ofrecer a las mujeres embarazadas la oportunidad de escuchar el latido fetal entre la sexta y la novena semana del embarazo.

"Si no se cumplen los acuerdos de gobierno, este y muchos otros, tendremos que hacer balance y revisar si seguimos en el gobierno. No hemos entrado en el gobierno para hacer lo mismo que hacían otros. Hemos venido a demostrar que lo que promete Vox se cumple", ha manifestado el líder de Vox en el Parlamento de Catalunya.

Un requerimiento de incompetencia a Castilla y León

Por su parte, el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes un acuerdo por el que "se requiere de incompetencia" a la Junta de Castilla y León para que se abstenga de adoptar "cualquier actuación que vulnere o menoscabe la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo".

Se trata, en esencia, del primer paso dado por el Gobierno central para llevar al Tribunal Constitucional al Ejecutivo autonómico. Y es que las medidas anunciadas por Vox en Castilla y León han suscitado incomodidad en las filas del PP y una reacción contundente por parte del Ejecutivo central y sus socios de Gobierno.

El protocolo de marras que Vox ha intentado imponer al PP en Castilla y León ha hecho que el partido de Feijóo haya tardado tres días en rechazar, ante las críticas desatadas por una medida tan reaccionaria. Mientras Génova tiraba balones fuera, Mañueco respondía con tibieza a las polémicas medidas anunciadas por la formación ultra.

Este lunes, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco ahondaba –en una declaración institucional sin preguntas– en la confusión y negaba que hubiera un protocolo nuevo para mujeres que quieran abortar. 

Poco después, Borja Sémper no dudaba en abroncar a Mañueco desde la sala de prensa de Génova. El portavoz del PP aseguraba que los gobiernos "tienen que ser responsables y sensatos" y que lo que se ha visto en Castilla y León "no es eso". "Por tanto nuestra valoración no puede ser positiva", zanjó Sémper. Aseguró también que "la polémica suscitada desde el jueves en Castilla y León nunca se debería haber producido".

"Una propuesta absolutamente deleznable"

La Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Valladolid ha cargado con dureza contra el protocolo en disputa. "Nos parece una propuesta absolutamente deleznable. No solo es un ataque a la capacidad de decisión autónoma de las mujeres sobre su maternidad, sino que también es un ataque a la libertad de los/as profesionales del Sistema Sanitario para decidir cuáles son los criterios que deben aplicar en el seguimiento de los embarazo", esgrimen los facultativos a través de una declaración escrita.

Además, no dudan en subrayar la patente ignorancia de la que ha hecho gala García-Gallardo en lo referido a los asuntos que aborda el protocolo: "No tiene ni idea de lo que es el control de un embarazo ni de las circunstancias que condicionan que una mujer decida no continuar con este".