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Macrogranjas Un brote de gripe aviar obliga a sacrificar más de 130.000 gallinas y pone en alerta a 32 explotaciones ganaderas en Valladolid

En un radio de 10 kilómetros hay 1,1 millones de aves, por lo que la Junta de Castilla y León ha intensificado los mecanismos de vigilancia en el perímetro de Íscar, Valladolid, lugar donde se ha confirmado el foco.

Una excavadora descarga centenares de aves muertas en una granja de Íscar, Valladolid, afectada por un brote de gripe aviar.
Una excavadora descarga centenares de aves muertas en una granja de Íscar, Valladolid, afectada por un brote de gripe aviar. Pedro Armestre/ / Greenpeace

La Junta de Castilla y León ha declarado un brote de gripe aviar en una macrogranja de 133.750 gallinas ponedoras de Íscar, Valladolid, y ha procedido al sacrificio de las aves. Han sido los Servicios Veterinarios Oficiales quienes han detectado el foco de contagio y han establecido medidas para evitar la propagación del virus en otras instalaciones agropecuarias: una primera zona de protección en un radio de tres kilómetros desde la granja y una segunda una zona de vigilancia con un radio mínimo de diez kilómetros.

Según informan desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, en los 10 kilómetros que rodean a este centro aviar, hay 32 explotaciones agropecuarias –18 de ellas en la provincia de Segovia y 14 en la provincia de Valladolid–, de las que 28 producen carne, 3 producen huevos y una se dedica a la cría de aves ponedoras. El censo total en este perímetro es de 1.114.120 de aves, siendo uno de las zonas de mayor producción avícola, lo que incrementa las posibilidades de un gran foco de contagio. 

"Las macrogranjas son caldo de cultivo perfecto para virus como el de la gripe aviar"

"A pesar de la alta patogenicidad de las gallinas de la explotación avícola afectada, se recuerda que el potencial de transmisión al hombre de este virus es bajo y que, desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, se están llevando a cabo todas las medidas de revisión de bioseguridad y vigilancia para activar la detección temprana", indican desde la Junta. 

Esta situación, sin embargo, llega un mes después de que la política española afrontase un debate embarrado sobre las macrogranjas y sus efectos negativos para la salud de las personas. Si bien, no se ha registrado ningún caso en humanos en la zona, a cerca de un kilómetro de distancia se ubica un núcleo de población de unas 300 casas, por lo que se ha instado a extremar las precauciones. 

La Autoridad Europea de Seguridad Sanitaria (EFSA) recomienda precisamente que, para evitar posibles focos de gripe aviar, se reduzca la densidad productiva de las explotaciones agropecuaria. Por el momento, el brote ha obligado a sacrificar a las más de 130.000 gallinas ponedoras, pero desde Greenpeace reclaman que se intensifiquen las labores de desinfección en la zona ya que se trata de un virus resistente.

Según el Protocolo de actuación para trabajadores y personas expuestas a animales infectados por virus de gripe del Ministerio de Sanidad, el virus aviar puede sobrevivir hasta 100 días en el estiércol a temperaturas de 4ºC. En el agua puede permanecer 4 días a 22ºC y más de un mes a 0ºC. A más de 70ºC desaparecería y, según el documento, cualquier producto cocinado a una temperatura superior sería seguro para el consumo humano.

Desde Greenpeace insisten en los vínculos de este brote con el modelo de explotación intensivo, por lo que reclaman a la Junta de Castilla y León que apruebe una moratoria "inmediata" sobre la ganadería industrial. "Aunque algunos políticos han llegado a dudar de la existencia de las macrogranjas, es evidente que existen y que incluso son caldo de cultivo perfecto para virus como el de la gripe aviar y otros", ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España. "No podemos seguir jugando con fuego como si no pasara nada", ha espetado.

Una excavadora descarga en un camión los cadáveres de cientos de gallinas ponedoras infectadas por un brote de gripe aviar en Íscar, Valladolid.
Una excavadora descarga en un camión los cadáveres de cientos de gallinas ponedoras infectadas por un brote de gripe aviar en Íscar, Valladolid. Pedro Armestre / Greenpeace

Este no es el primer foco de contagio de gripe aviar en lo que va de año. Tanto es así que la Junta de Castilla y León notificó otro brote en una granja de pavos de engorde de Fuenterrebollo (Segovia) en el mes de enero que afectó a cerca de 20.000 aves. Además, ya se se han registrado varios casos en especies silvestres que habitan en la zona. El 14 de enero se constató la infección de al menos 3 gansos y una garza real en El Oso, Ávila. En otras zonas de esa provincia se han localizado otras 7 infecciones de gansos, además de una paloma, a lo que hay que sumar una cigüeña contagiada en la Laguna de la Nava, Palencia. En Europa, desde el 1 de agosto hasta el 17 de enero, se han documentado un total de 1.750 focos de influenza aviar en 31 países. De todos los brotes, 712 estaban relacionados con aves de corral.

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