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ANÁLISIS- Zapatero, en el punto de mira de sus socios europeos

Reuters

Por Axel Bugge y Sarah Morris

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que hasta el momento evitó llevar a cabo reformas estructurales a las que se oponen los sindicatos, está bajo presión de sus homólogos europeos para que haga más recortes presupuestarios frente a la crisis económica del país.

La Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) prometieron 1 billón de dólares en ayuda de emergencia para los países débiles de la eurozona el lunes, y pidieron más medidas de finanzas públicas a los gobiernos de España y Portugal.

Un portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que España y Portugal -- cuyas finanzas públicas han sido las que más preocupación han causado después de Grecia -- tendrán que presentar más planes de ahorros la semana que viene.

El gobierno español dijo que no apelará a ningún fondo de emergencia pero prometió el lunes recortar el déficit presupuestario en 15.000 millones de euros adicionales, un 0,5 por ciento de Producto Interior Bruto (PIB), entre 2010 y 2011.

El gobierno ya prometió reducir su déficit presupuestario al 3 por ciento del PIB en 2013 desde un 11,2 por ciento en 2009.

"Estas medidas (de la UE) ofrecen una tregua al mercado", dijo Antonio Cabrera, economista de Caja Madrid. "Ahora la pelota está en el campo del Gobierno, no sólo para reducir el déficit presupuestario, sino para adoptar medidas estructurales", agregó.

Los mercados financieros se mostraron eufóricos el lunes tras la noticia del paquete de ayudas, y la bolsa de Madrid trepó más de un 14 por ciento por el plan de la UE y el FMI.

Sin embargo, Zapatero tiene una larga lista de reformas pendientes, como la muy demandada reforma del mercado laboral que abarate la contratación y el despido de trabajadores en una economía cada vez menos competitiva.

El gobierno también parece haberse echado atrás con una propuesta de retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.

Algunos analistas dicen que la principal preocupación de Zapatero es no decepcionar a los sindicatos y las filiales regionales del PSOE.

Una aplicación agresiva de reformas o recortes de gastos impopulares podría ser especialmente arriesgado para el PSOE, que se prepara para las elecciones regionales en otoño.

"Hay algunos asuntos que Zapatero no tocará", dijo Juan Carlos Rodríguez, investigador de la consultora madrileña Analistas Socio-Políticos.

"Aunque no tengan un efecto a corto plazo, una reforma laboral seria sería una señal de compromiso, y no estamos para nada cerca de una reforma laboral seria".

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