El cuerpo de bomberos de Berlín no ha conseguido aún dominar el incendio que se declaró hacia el mediodía de hoy en la sede de la Orquesta Filarmónica, coincidiendo con un concierto de cámara y los ensayos de la programación del fin de semana, a cargo del ex director titular, Claudio Abbado.

Abbado, que fue evacuado junto con los músicos y el público que asistía al concierto, tenía previsto dirigir este fin de semana tres conciertos sinfónicos con el pianista italiano Maurizio Pollini como intérprete solista.

La Filarmónica no se ha pronunciado aún sobre una eventual cancelación de esos conciertos, el número 4 para piano de Ludwig van Beethoven y el Te Deum de Hector Berlioz.

Un portavoz de los Bomberos, Jens-Peter Wilke, auguró que el incendio no reducirá a cenizas este emblemático edificio aunque los daños serán considerables, no sólo por la quema en sí, sino por la cantidad de agua que se está utilizando en la extinción del fuego.

En estos momentos, unos 170 bomberos, con el apoyo de 30 camiones cisternas y de logística, participan en las tareas de extinción de las llamas, que han generado una chimenea de humo de casi 30 metros.

"Vamos a salvar la Filarmónica", aseguró Wilke,

Una de las razones más plausibles del incendio podría ser los trabajos de reparación y soldaduras que se realizaban en el techo del auditorio principal del edificio, que tiene una cobertura metálica.

El fuego estalló hacia las 12:30 gmt, coincidiendo con el final de un concierto de cámara y los ensayos, en el auditorio principal, de Claudio Abbado con la orquesta sinfónica de Baviera y los 400 miembros del coro juvenil que le acompañarán en el Te Deum.

Un portavoz de la Filarmónica informó de que la evacuación del edificio se produjo rápidamente y sin incidentes.

Agregó que los músicos, en colaboración con los bomberos, lograron sacar del edificio la mayor parte de los instrumentos y ponerlos a salvo, aunque los más pesados, como pianos y percusión, permanecen en el interior.

El peligro para esos instrumentos, precisó, no son las llamas sino el agua vertida por los servicios de emergencia.

El edificio de la Filarmónica, diseñado por del arquitecto Hans Scharoun en 1956, se ha convertido en uno de los más emblemáticos y característicos de la ciudad, aunque la acogida de los berlineses tras su construcción no fue precisamente entusiasta.

Ubicado en el corazón del Berlín reunificado, junto a la Postdamer Platz y el Tiergarten, fue objeto de críticas por la excentricidad de formas y techos alados, un trazado inusual para la época que venció resistencias por albergar una excelente acústica.

La Filarmónica fue inaugurada en 1963 por Herbert von Karajan, de ahí que esta sala de conciertos, con forma de anfiteatro, fuera bautizada por los berlineses como "el circo de Karajan".