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La CAM y Cajastur liderarán unidas la tercera caja española

La entidad alicantina, apremiada por la intervención de Cajasur, acepta una fusión fría a cuatro bandas con Caja Extremadura y Caja Cantabria tras fracasar su unión con la BBK

V. ZAFRA / A. TUDELA

El sector de cajas es un hervidero y lo seguirá siendo en las próximas semanas. El fondo público de rescate (FROB) se acaba en poco más de un mes y España no puede permitirse durante más tiempo que la imagen de su sector financiero esté en entredicho. El Banco de España lo sabe y está presionando duramente a las cajas con una necesidad más imperiosa de ayudas. La intervención de Cajasur ha acabado por azuzar a las que seguían remolonas.

Fruto de tanta insistencia, la alicantina CAM (sobre la que el Banco de España está ejerciendo ahora la presión más fuerte) anunció ayer su fusión con Cajastur (incluida CCM, que en breve absorberá), Caja Extremadura y Caja Cantabria. Las negociaciones entre ellas han durado apenas diez días y, además, la CAM las simultaneó con las que paralelamente estaba manteniendo con la vasca BBK. Cuando las negociaciones de esta posible fusión se fueron al traste durante el fin de semana por la negativa de la CAM a ceder el mando a la BBK, se concretó esta operación a cuatro bandas (cinco con CCM), que dará lugar a la tercera mayor caja española, sólo tras La Caixa y Caja Madrid.

Tendrán 135.350 millones en activos, 14.000 empleados y 2.400 oficinas

A través de una denominada fusión fría (en la que comparten riesgos pero no unen sus consejos de administración), tendrán conjuntamente unos activos de 135.350 millones de euros, unos depósitos de clientes de 83.400 millones, unos beneficios (excluyendo las pérdidas de CCM) de 460 millones al año, una plantilla de 14.000 empleados y una red de cerca de 2.400 oficinas.

La CAM es la más grande de todas ellas, pero el mando real lo tendrá Cajastur, la caja española que mejor ha aprovechado la crisis. Llegó a ella en el puesto número veinte del sector, con unos activos de 15.000 millones, y en pocos meses será la que capitanee la tercera mayor caja de España, tras adquirir CCM y tomar el mando en esta fusión. En la nueva entidad, la CAM tendrá el 40%; Cajastur, otro 40%; Caja Extremadura, un 11%, y Caja Cantabria, un 9%. La presidencia será para Modesto Crespo, actual presidente de la CAM, pero el consejero delegado y, por tanto, primer ejecutivo del grupo, será Manuel Menéndez, el presidente de Cajastur. Los presidentes de Caja Extremadura y de Caja Cantabria, Víctor Bravo y Enrique Ambrosio, respectivamente, serán vicepresidentes no ejecutivos.

Las cinco cajas mantendrán sus marcas y la obra social en sus territorios naturales, y compartirán con un nombre único las sucursales situadas en el resto de regiones. Además, unirán las divisiones centrales, como las políticas de riesgos, la tesorería y el control interno en un banco que tendrá la sede en Madrid.

El presidente de Cajastur será el primer ejecutivo del nuevo grupo

Las cinco cajas, que entre hoy y mañana reunirán a sus consejos para explicarles la operación, solicitarán ayudas públicas del FROB, aunque todavía no han definido la cifra exacta. La fusión requerirá la aprobación posterior de las asambleas de las entidades.

Esta fusión es la más grande realizada nunca en el sector de cajas español y la que afecta a un mayor número de autonomías: cinco en total.

Los políticos valoraron positivamente la fusión. El presidente del Gobierno valenciano, Francisco Camps, felicitó ayer al presidente de la CAM, Modesto Crespo, por su 'excepcional gestión' en el proceso de unión. Mientras, el Ejecutivo cántabro defendió la 'total independencia' con la que Caja Cantabria ha afrontado esta integración, 'sin injerencias de ningún tipo', y afirmó que el acuerdo ha cristalizado de la mejor forma posible para el futuro de la entidad. Por su parte, el Gobierno extremeño respaldó la alianza porque 'será positiva' para Caja Extremadura y 'para los intereses de los extremeños'.

El secretario general de Comfia-CC.OO., José María Martínez, reclamó a CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria que constituyan una mesa laboral para garantizar el empleo de las respectivas plantillas y sus condiciones laborales, informa EP.

Por otra parte, Caja Murcia una de las entidades con las que negoció la CAM para fusionarse aseguró ayer que mantiene 'contactos' con otras cajas, pero sin prisa, informa Efe.

¿Qué supone esta operación en el sector de cajas?

El sector del ahorro corre ya contra el reloj para cerrar fusiones y alianzas antes de que termine el plazo para poder efectuarlas con la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), al que se puede acudir hasta el 15 de junio. El ineludible proceso de reestructuración del sector, muy tocado por la crisis financiera y del ladrillo, ha sido hasta ahora una carrera de obstáculos, sobre todo porque el poder de las administraciones autonómicas en las cajas de sus respectivas regiones es un tesoro demasiado preciado. El acuerdo de intenciones anunciado ayer supone la unión de cajas con sede en cinco autonomías diferentes (si se incluye Caja Castilla La Mancha, en proceso de integración con Cajastur). El sector parece haber despertado a la realidad: ya no hay tiempo que perder.

¿Qué fórmula se ha elegido para la integración?

Se utilizará el llamado Sistema Institucional de Protección (SIP), también conocido como fusión fría porque se mantienen los órganos de gestión de cada caja y permanecen independientes los negocios comerciales y la obra social. Lo que se unifica bajo una misma licencia y con un consejo de administración común es la política de riesgos, la tesorería, el recurso a los mercados internacionales para lograr liquidez y la calificación del riesgo (‘rating'). La fórmula del SIP puede utilizarse durante diez años, según ha establecido el Banco de España. El objetivo final es la integración total.

¿Habrá recorte de oficinas y empleados?

Según el comunicado hecho público ayer, 'cada entidad participante mantiene su personalidad y niveles de empleo en sus redes naturales', pero no necesariamente en las oficinas que cada una tenga fuera de su respectiva región. Es en esas oficinas donde se estudiará cuáles permanecen y bajo qué marca y por donde puede venir el recorte. A la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se le permitirá conservar marca y red no sólo en la Comunitat Valenciana, sino también en Murcia y Baleares.

¿Qué otras operaciones interregionales están en marcha?

No muchas. Existe otra fusión fría interregional, que es la que engloba Caja Navarra, CajaCanarias y Caja Burgos bajo el paraguas de Banca Cívica y a la que se espera que se incorporen también Caja Ávila y Caja Segovia. La diferencia es que estas entidades no tienen intención de acudir al FROB, por lo que las condiciones de la alianza no contarán con la misma rigidez por parte del Banco de España que tienen las que sí utilizan el fondo de rescate. Además está la unión de Cajastur con la intervenida Caja Castilla La Mancha. La mayoría de las operaciones, sin embargo, han sido dentro de la misma comunidad. Es el caso de Caixa Galicia y Caixanova; de las catalanas Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, y de las también catalanas Terrassa, Sabadell y Manlleu. Lo mismo ocurre con la fusión de Caja España y Caja Duero. Se espera que al finalizar el proceso el número de cajas haya pasado en España de 45 a entre 15 y 20.

¿Qué supone pedir ayuda al fondo de rescate?

El Gobierno ha dotado al FROB con 9.000 millones de euros ampliables hasta 90.000 millones, para inyectar capital a las entidades que inicien un proceso de integración. Las ayudas deben devolverse en un máximo de cinco años con un interés del 7,75% el primer ejercicio.  

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