Una decena de personas trabaja desde las 10:30 horas de hoy en la exhumación de una fosa común en el cementerio de Calañas (Huelva), que no está afectada por la decisión del pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de paralizar exhumaciones en varios puntos de España.

Para llevar a cabo el desenterramiento de las 11 personas que se cree que están enterradas en la fosa, se han desplazado a Calañas, en el centro de la provincia de Huelva, representantes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos, Madrid, Galicia o Barcelona, ha explicado su portavoz, Santiago Macías.

Macías ha dicho a EFE que la fosa estaría formada por dos enterramientos paralelos que se están sacando a la luz con palas y picos, y se prevé que los trabajos se prolonguen al menos durante tres días.

"Se trata de enterramientos en los que la gente está amontonada", ha indicado Santiago Macías, que desarrolla los trabajos de exhumación sin impedimento alguno tras la decisión de la Audiencia Nacional.

Las 11 personas que supuestamente están enterradas en la fosa fueron asesinadas el 13 de noviembre de 1937 y todas pertenecían a la vecina localidad de El Cerro del Andévalo.

Entre ellos podría estar Juan Trigo Campillo, cuya hija de 83 años, Antonia Trigo, se encuentra en la zona, y que ha asegurado hoy a los periodistas que no quiere saber quien mató a su padre, sino sólo recuperar los restos para que reposen en su localidad natal.

Trigo ha indicado que, para ella, se trata de un momento "muy difícil", entre otras cosas porque una hermana suya murió esperando que fuese autorizado el desenterramiento de los restos de su padre.

Vecinos de Calañas se han ido acercando a la zona para observar los trabajos de desenterramiento, y en algunos casos, como el de Trigo, se trata de familiares o amigos de las personas que están enterradas en la fosa.