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Difícil diálogo del Vaticano con los ultratradicionalistas

Reuters

Las conversaciones del Vaticano con un polémico grupo escindido han sido difíciles y los católicos ultratradicionalistas tendrán que hacer concesiones si se quiere llegar a un acuerdo, dijo el miércoles un cardenal del Vaticano.

La Sociedad de San Pío X (SSPX), cuyos cuatro obispos fueron readmitidos en la Iglesia el año pasado tras una prohibición de 21 años, no puede conducir las discusiones doctrinales según sus términos, sino en los del Vaticano, dijo el cardenal Walter Kasper.

Las negociaciones a puerta cerrada son un asunto clave para la Iglesia Católica porque, pese a que SSPX es pequeña, su regreso al rebaño ha sido bastante tempestuoso.

Un obispo readmitido, Richard Williamson, niega el Holocausto y ha sido multado y condenado en Alemania por comentarios ofensivos.

La impaciencia del Papa Benedicto XVI por rehabilitar a SSPX, pese a su rechazo a las reformas del Concilio Vaticano Segundo (1962-1965), inquieta a los críticos católicos que los ven como antisemitas que quieren revertir 40 años de diálogo entre religiones.

"Dialogar con ellos no es fácil", dijo Kasper en rueda de prensa durante una visita a París. Kasper dirige el departamento en el Vaticano que se encarga de las relaciones con otras iglesias cristianas y con los judíos.

"El problema principal con ellos no es la misa en latín", dijo, refiriéndose a la insistencia de SSPX en las liturgias previas al concilio, "sino el concepto de tradición". "¿Queremos una tradición viva o una petrificada?", señaló.

"Estoy a favor del diálogo, pero en nuestras condiciones, no en las condiciones tradicionalistas", agregó. SSPX debe aceptar las reformas del concilio, "sine qua non" (condición esencial) de cualquier acuerdo.

Sin un pacto, el grupo no ostentará una posición oficial y su clero no será reconocido como sacerdotes católicos ni se les permitirá ejercer su ministerio.

Benedicto XVI, que ha promovido un regreso a la tradición y la identidad católicas durante su papado de cinco años, dijo en enero que las conversaciones entre tres teólogos de cada lado se centraban en "problemas doctrinales" que no especificó.

SSPX, que cuenta con cientos de miles de miembros, insiste en que representa la fe verdadera y que el Vaticano y la gran mayoría de la Iglesia se descarriló en el Concilio.

Pese a que sus teólogos se reúnen periódicamente con expertos del Vaticano para buscar un entendimiento común del Concilio, sus líderes critican las doctrinas del histórico evento.

El obispo líder de SSPX, Bernard Fellay, dijo en marzo que los teólogos del Vaticano "le desean bien a la Iglesia pero también quieren salvar el Concilio Vaticano Segundo, eso es como la cuadratura del círculo".

Williamson, ignorando una orden de silencio que le impuso Fellay tras la entrevista en la que negó el Holocausto, desestimó las conversaciones con el Vaticano en enero calificándolas de ser un intento fútil por armonizar visiones irreconciliables.

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