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Disminuye el comienzo de viviendas aunque no compensará la sobreoferta de mercado

EFE

Las constructoras parecen que han empezado a reaccionar ante la sobreoferta del sector residencial, mediante la disminución del comienzo de viviendas, aunque los datos indican que durante 2008 habrá en el mercado unas 500.000 casas nuevas que se quedarán sin dueño.

Según la última estadística hecha pública hoy por el Ministerio de Fomento, los visados de obra nueva residencial cayeron un 23,6 por ciento en los once primeros meses de 2007, con 618.503 viviendas iniciadas.

El hogar unifamiliar fue el que más impulsó a la baja el comienzo de viviendas en el citado periodo, ya que los visados destinados a este fin disminuyeron un 39,4 por ciento, hasta las 95.187 casas, mientras que los dedicados a inmuebles en bloque se redujeron un 19,86 por ciento, hasta los 523.138 pisos.

Es previsible que durante el año 2008 continúe la disminución de la construcción de vivienda residencial, según un estudio presentado hoy por la consultora inmobiliaria Grupo i, que apunta a una caída del 9,3 por ciento del número de viviendas iniciadas, hasta las 565.000 unidades.

No obstante, este informe patrocinado por Caja Madrid, detalla que la demanda de obra nueva en 2008 ascenderá a 370.000 inmuebles.

Esta necesidad de vivienda será saciada con las 759.000 que se iniciaron en 2006, que previsiblemente saldrán al mercado este año, más otras 200.000 de "stock" que no han vendido las promotoras, lo que dará lugar a una sobreoferta de más de 500.000 unidades.

El consejero delegado del Grupo i, Ignacio Pindado, explicó que el mercado vive un ajuste determinado por diversos factores externos, completamente ajenos al sector inmobiliario.

Entre éstos, destacó la falta de confianza del sector financiero por la crisis de las hipotecas "subprime" de Estados Unidos o la escalada de los tipos de interés.

La crisis crediticia, que aunque comenzó en Estados Unidos también ha afectado a España, ha mermado la confianza de las entidades bancarias a la hora de conceder créditos a promotoras, para continuar construyendo, y a particulares, para acceder a una vivienda.

Mientras, la venta de viviendas nuevas en Estados Unidos cayó el 26,4 por ciento en 2007, desaceleración sobre la que hoy alertó el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que si se acentúa podría hacer que la restricción del crédito que vive el sector inmobiliario se contagie al resto de la economía.

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