El Gobierno de EE.UU. respaldó hoy a su par Afganistán en su intento de avanzar en la renuncia a la violencia y la reintegración de los rebeldes talibanes como una vía para la reconciliación del país.

El embajador estadounidense en Kabul, Karl Eikenberry, y el general Stanley McChrystal, jefe de la Fuerza Internacional de Seguridad para Afganistán (FISA), defendieron hoy el proceso de reconciliación, en una comparecencia en la Casa Blanca.

Ambos acudieron a Washington con motivo de la visita esta semana del presidente afgano, Hamid Karzai, quien tiene previsto reunirse con su homólogo estadounidense, Barack Obama, y con la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

"La reintegración y la reconciliación son asuntos que figuran con alta prioridad en la agenda de esta semana", dijo Eikenberry, mientras McChrystal aseguró que apoya que "cualquiera que hasta ahora se haya opuesto pueda incorporarse al proceso político".

El embajador explicó que ahora "hay un entendimiento claro entre los gobiernos de EE.UU. y de Afganistán acerca de cuáles han de ser los principios comunes a medida que" el país centroasiático avanza hacia la reconciliación.

En relación con la posible participación de dirigentes talibanes en un futuro gobierno de Afganistán, el general McChrystal dijo: "lo más importante es que tengamos, antes que nada, una solución afgana elaborada por los afganos".

"En segundo lugar esa solución debe ser inclusiva y justa con todos" dijo y añadió, "que todos tengan la oportunidad de reintegrarse, de reincoporarse al proceso político".

La visita de Karzai a Washington, de cuatro días y que tendrá como acto estelar una reunión con el mandatario estadounidense, tiene como objeto enmendar las relaciones entre los dos países tras una etapa de gran frialdad.

Según el embajador estadounidense en Kabul, "lo que da la medida de una alianza verdadera es la capacidad, cuando lo que está en juego es tan importante para Afganistán y EE.UU." para poder resolver sus dificultades y volver a hablar y encontrar que siguen unidos.

Eikenberry aseguró que a lo largo de los últimos meses se han logrado avances y "en los meses próximos estaremos en mucha mejor posición para lograr los progresos necesarios".

Además de reunirse con Obama el miércoles por espacio de cerca de tres horas, y de cenar esa noche con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, Karzai tiene previsto conversar en dos ocasiones con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el martes y el jueves.

Los debates del gobernante afgano con las autoridades estadounidenses se centrarán en asuntos como la gobernabilidad, la reintegración de los talibanes y grupos rebeldes, y la ofensiva contra los insurgentes.

El Gobierno de Washington abordará también asuntos como la lucha contra la corrupción, la debilidad del Gobierno central afgano y los pasos a dar para conseguir el objetivo planteado por Obama en la presentación de su nueva estrategia para Afganistán el año pasado de comenzar la salida de las tropas estadounidenses en verano del año próximo, tras una guerra que ya dura ocho años.