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Emilio Botín, el paradigma de una casta de banqueros

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Con la inesperada muerte de Emilio Botín, el presidente del Banco Santander se escribe, por ahora, el capítulo final de una casta de banqueros que durante cerca de un siglo ha desempeñado un papel relevante en la forma de hacer y entender la banca en España.

Heredero de una larga tradición financiera, Botín llegó a la presidencia del grupo bancario más importante de la zona euro por ser hijo y nieto de quien fue: su abuelo y su padre también fueron presidentes del Banco Santander antes que él. Desde la cuna estaba llamado a ser lo que fue, aunque no siempre estuvo muy claro su destino: en su momento muchos dudaron de su capacidad.

En su momento, cuando su padre aún presidía el banco y él no era más que el delfín, no eran pocos los que pensaban que nunca podría superar la obra de su padre y de su abuelo, el primer Botín que empezó a presidir el Santander allá por 1909.

Su llegada a la presidencia en 1986 fue recibida con escepticismo por el mundo financiero, pese a que en aquel momento ya acumulaba una experiencia de casi treinta años: había entrado en 1958 en el banco, y era consejero de la entidad desde 1960, cuando apenas contaba 26 años; desde 1964 era director general y vicepresidente desde 1971.

El 19 de noviembre de 1986 fue nombrado presidente del Banco Santander y se convirtió en uno de los pocos gestores financieros que además de asumir la presidencia de la entidad era al mismo tiempo su principal ejecutivo y máximo accionista.

Esa condición de máximo accionista le dio manga ancha para actuar: en sus casi treinta años de presidencia, su gestión se ha caracterizado por su estrategia de expansión en el mercado internacional y por un proceso de fusiones y adquisiciones nacionales para conseguir el liderazgo de la banca española.

La revista estadounidense Forbes considera que su fortuna alcanzaba los 1.100 millones de dólares (846 millones de euros) en 2011.

Botín tuvo que hacer frente a varios casos judiciales derivados de su gestión en el Banco Santander aunque siempre salió bien librado

Pero no todo fue color de rosa en su trayectoria: Botín tuvo que hacer frente a varios casos judiciales derivados de su gestión en el Banco Santander aunque siempre salió bien librado.

Fue procesado por delito fiscal por el asunto de las cesiones de crédito del Santander, productos financieros que evitaban el pago de las retenciones a Hacienda. La Audiencia Nacional archivó el caso el 20 de diciembre de 2006.

También fue investigado judicialmente por apropiación indebida y administración desleal en el caso de las jubilaciones que el Santander pagó a sus ejecutivos, el ex copresidente José María Amusátegui y el ex consejero delegado Ángel Corcóstegui, tras su salida de la entidad. Fue absuelto por la Audiencia Nacional en 2005 y por el Tribunal Supremo en 2006.

En febrero de 2007 la Audiencia Provincial de Cantabria archivó el procedimiento abierto contra él por la presunta comisión de varios delitos derivados de la entrega del 1% de las acciones de Banesto a 13 directivos en 1994.

La Audiencia Nacional también archivó en mayo de 2012 la causa abierta contra él y varios familiares por un presunto fraude fiscal, a la luz de la regularización que practicaron ante la Agencia Tributaria.

En mayo de 2013, Botín declaró como testigo por el caso Bankia en la Audiencia Nacional, donde también comparecieron el presidente de Caixabank, Isidro Fainé, y el del BBVA, Francisco González. Los tres admitieron que fueron convocados por el ministro de Economía, Luis de Guindos, para abordar con él y con Rodrigo Rato la preocupación que existía en los mercados internacionales por Bankia.

Emilio Botín estaba casado con Paloma O'Shea Artiñano y tenía seis hijos, una de las cuales, Ana Patricia, se encarga actualmente de dirigir la filial británica del Grupo Santander, Santander UK y podría ser nombrada hoy mismo su sucesora.


https://www.quoners.es/debate/cual-es-tu-valoracion-de-emilio-botin

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