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La fiscalía solicita que el torturador jefe del Jemer Rojo siga encarcelado

EFE

La fiscalía del tribunal internacional de Camboya, pidió hoy prisión incondicional para el torturador jefe del Jemer Rojo, Kang Kek Iev, más conocido como "Duch", que compareció hoy por segundo día consecutivo, con el fin de defender que su detención es ilegal.

Los abogados que defienden a Duch, detenido desde mayo de 1999, argumentan que la detención de su cliente sin haber sido juzgado, contraviene la ley internacional y la camboyana, y aseguran que constituye una violación de los "derechos humanos

La fiscalía respondió al argumento esgrimido por la defensa que es obligación del tribunal que auspicia Naciones Unidas, mantener encarcelado a Duch al menos hasta que sea juzgado a mediados del año próximo, y para impedir que pueda huir del país.

"Solicitamos al tribunal que desestime el recurso" manifestó el fiscal Robert Petit, durante la vista, la segunda de puertas abiertas al público que de nuevo llenó la sala.

Duch, director de la brigada especial encargada de interrogar a los detenidos en el centro de Tuol Sleng, en Phnom Penh, es uno de los cinco destacados jemeres rojos que han sido acusados de crímenes contra la humanidad por el tribunal auspiciado por Naciones Unidas.

"Muchos camboyanos están observando y escuchando lo que se está haciendo y diciendo en esta cámara. La mayoría han aguardado durante treinta años para poder ver que se hace justicia", añadió el fiscal.

Duch, quien acudió a la vista con la misma ropa que llevó el día anterior, continuó mostrando una actitud tranquila y como ajena a lo que se decía o hacía en la sala del tribunal.

El fiscal Petit precisó en su intervención que además de existir el riesgo de que Duch escape de la justicia si se le concede la libertad, también debía ser tenida en cuenta su seguridad personal.

"Hay cómplices que desean su silencio y familiares de víctimas que pueden buscar una venganza", dijo el fiscal.

Cerca de dos millones de personas murieron entre 1975 y 1979 a causa de la hambruna, enfermedades, y las purgas ordenadas por la cúpula del Jemer Rojo liderada por Pol Pot, que falleció en abril de 1998 cuando la organización extremista se encontraba al borde de su desintegración

Entre los camboyanos que asistieron a la vista, estaba Chum Mey, una de las diez personas que sobrevivieron a las torturas practicadas en Tuol Sleng, y que escuchó en silencio la intervención del abogado de Duch, de 66 años y convertido al cristianismo.

"Estos son días grandes para mi. Me hacen sentir que al menos algo se está haciendo para que comience a repartir justicia" dijo Mey en el corredor de acceso a la sala del tribunal.

Según Mey los otros nueve supervivientes de Tuol Sleng, una vieja escuela convertida en presidio y por la que pasaron entre 14.000 y 17.000 víctimas en menos de cuatro años, "se encuentran demasiado enfermas para asistir a la vista".

Reach Sambarh, portavoz del tribunal, no descartó que los jueces del tribunal decidan celebrar una o dos sesiones más, con la finalidad de otorgar mayor tiempo a los abogados de Duch para exponer sus argumentos.

El veredicto a la petición de libertad se espera sea dada a conocer a finales de este mes o a principios de diciembre, dijo el portavoz del tribunal integrado por jueces camboyanos y extranjeros designados por Naciones Unidas tras un complicado proceso de selección

El tribunal internacional, compuesto por jueces extranjeros y camboyanos, dispone de un presupuesto de 56 millones de dólares (37,7 millones de euros) donados por la comunidad internacional, de los que 370.000 dólares (250.000 euros) fueron aportados voluntariamente por España el año pasado.

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