La Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por el francés Georges Prêtre, protagonizará una vez más la apertura del Año Nuevo con su tradicional concierto, que el próximo 1 de enero cumplirá su 62 edición.

Varias obras que se interpretan por primera vez están relacionadas con la "Grande Nation", así la "Marcha de Napoleón" de Johann Strauss hijo y el "Galope de Versalles" de Strauss padre.

Al estilo dinámico del año entrante podría contribuir el director de orquesta francés Georges Prêtre, que por primera vez dirige a los músicos en lo que para los aficionados es el "concierto más popular del mundo".

Prêtre, director honorífico de la prestigiosa orquesta y que ha sido caracterizado por la revista de la Sociedad de Amigos de la Música vienesa como un "volcán" a pesar de sus 83 años, reveló que para él los músicos son "como un caballo de sangre pura que tan sólo espera recibir los impulsos del jinete".

Dos obras interpretadas en el concierto se referirán en particular a la Eurocopa 2008, que tendrá lugar en Austria y Suiza, la "Polka del Deporte" de Joseph Strauss, segundo hijo del famoso clan, que iniciará los bis, y la "Polka de los Chinos" de Johann Strauss padre, que hace alusión a los Juegos Olímpicos en China.

Además el coreógrafo Nicolas Musin dedica al fútbol una desenfadada pieza de ballet.

El presidente de la orquesta filarmónica, Clemens Hellsberg, afirmó que "la música y el deporte tienen más cosas en común de lo que se pensaría a primera vista: el aspecto de unir a los pueblos y de que no se necesita un idioma común para comprender".

El Concierto del Año Nuevo ofrece algunas novedades y por primera vez la Albertina, situada junto a la ópera de Viena, que hospeda una de las mayores colecciones de gráficos del mundo, será escenario para un ballet.

En otro pasaje del programa, los caballos blancos de la Escuela de Equitación Española "bailarán", bajo la dirección de escena de Brian Large, al ritmo de la polka française "La parisina".

La película exhibida en la pausa del concierto, que será transmitido a 54 países del mundo, entre ellos todos los latinoamericanos, se titula "Austrian Kickoff" (El saque central austríaco) y deberá despertar a los espectadores para que se preparen a la Eurocopa 2008.

La película, cuyo autor es, como en años anteriores, el cineasta de documentales austríaco Georg Riha, según declaraciones propias es un experimento, "cosa que nunca ha hecho" y cuyo resultado para él era incierto, pero que en una presentación previa ha hallado plena aprobación de los espectadores.

Riha muestra una serie de panoramas austríacos, puntos de atracción culturales y arquitectónicos, breves escenas por las que esta vez se mueve, con una sonrisa y un guiño de ojo, un balón que pasa revista a paisajes y gente desde la región más occidental de Austria, Vorarlberg junto a la frontera suiza, hasta la Asociación de Amigos de la Música Musikverein y su famosa Sala Dorada en Viena.

Así, el balón "visita" el Festival de Bregenz, de repente se encuentra en medio de los comensales de "Jedermann" en el tradicional auto sacramental de los Festivales de Salzburgo, o encima del muro del embalse de Silvretta, situado en la frontera de Austria con Suiza y cerca de Italia.

En una de las escenas más espectaculares, el balón baja con el múltiple campeón de salto de esquí Thomas Morgenstern del trampolín de Bergisel, en el Tirol.