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Gómez teme recortes sociales del PP amparados en la deuda de las instituciones

EFE

El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, dice no estar preocupado por la estrategia de "desgaste" del PP por la supuesta deuda de las instituciones gobernadas por el PSOE, pero sí admite su alarma por si esa táctica sirve para aplicar recortes en servicios esenciales.

En una entrevista con Efe, el secretario general del PSM, senador y portavoz del grupo en la Asamblea afirma estar dispuesto a que se realicen auditorías en los consistorios que gobernaba su partido hasta las elecciones del 22-M pero, en todo caso, atribuye las denuncias del PP de elevadas deudas a una táctica de erosión hacia el PSOE no sólo en Madrid, sino en todo el Estado.

"No me preocuparía en exceso, es parte de la táctica y estas cosas ocurren, aunque no sean muy éticas y formen parte del cinismo político. Sí me preocupa toda una estrategia para justificar recortes en servicios públicos esenciales, como la sanidad, la educación o la ley de dependencia. Esto es grave porque significa romper con un consenso constitucional de hace más de 30 años, el del Estado de Bienestar", explica.

Tras un "mal resultado" en las autonómicas y municipales, Tomás Gómez afronta la nueva legislatura con dos horizontes: preparar la campaña electoral de las generales para apoyar al candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, sin perder de vista la labor de oposición "constructiva, pero también inflexible".

Prueba de esa actitud es el hecho de que el PSM vaya a personarse como acusación popular en el caso abierto tras la denuncia que presentó la Comunidad el pasado 19 de julio por una supuesta trama de cobro de comisiones ilegales en Metro de Madrid a cambio de adjudicaciones de obras.

"Nos personamos para tener información de todo el proceso judicial, para conocer hasta el último detalle de qué ha pasado en Metro, porque tenemos la sospecha de que han ocurrido bastantes irregularidades", afirma.

Gómez no se cansa de exigir al Gobierno regional que diga desde cuándo tiene conocimiento de esa supuesta trama, porque si lo sospechaba desde antes de las elecciones habrá estado "cubriendo" un presunto caso de corrupción a los ciudadanos antes de ir a las urnas.

Las exigencias de explicaciones de Gómez se concentran en el exconsejero de Transportes y, posteriormente, de Justicia y Presidencia, y actual secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados.

Granados, según el líder socialista, sigue sin aclarar si hubo irregularidades en la recién disuelta Mintra o en las cuentas de la Consejería de Justicia -para las que Esperanza Aguirre ha pedido una auditoría-, e incluso le recuerda que sigue sin cerrarse el caso del presunto espionaje contra políticos del PP.

El elevado coste de la construcción del metro ligero o el exceso de trenes comprados para el mismo -casi el doble de los necesarios, según Gómez- son otras de las cuestiones que el Gobierno de Aguirre debe explicar, junto a la "brillante operación de ingeniería financiera" de Granados y la también exconsejera de Transportes Dolores de Cospedal, para "ocultar la deuda" regional.

Tomás Gómez arremete también contra el "ejercicio de cinismo político" del PP al acusar a los ayuntamientos de asumir competencias impropias, algo a lo que, a su juicio, se ven obligados por "la dejación de sus funciones" que hace la Comunidad en algunos ámbitos.

Otra de sus críticas a Aguirre es su intención de cambiar la ley electoral para que haya circunscripciones en Madrid, algo a lo que el PSOE se opondrá, porque con ello la presidenta quiere "minimizar el voto de algunas zonas como el sur o el corredor del Henares", donde más peso tiene la izquierda.

"No pueden votar las hectáreas, tienen que votar los ciudadanos", sentencia, antes de advertir de que Aguirre intenta que "no valga lo mismo el voto de todos los madrileños".

El líder de los socialistas dice no arrepentirse de haberse presentado hace justo un año a las primarias del PSM, una decisión que "no respondía a intereses personales, sino a unos valores y principios", y asegura que aquel proceso, en el que no contó con el apoyo de la dirección del PSOE, hizo que el partido saliera "muy reforzado", sobre todo en su "dignidad".

Insiste en que hoy el PSM está "pacificado, siempre lo ha estado", y asume que ante el resultado "muy adverso" del 22-M hay que esforzarse más, sobre todo de cara a las generales, porque hay que "trabajar muy duro para que Rubalcaba sea presidente del Gobierno".

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