El Ministerio de Hacienda precisa que el tipo impositivo a los depósitos bancarios se situará entre el 0,1 y el 0,2 por mil, con lo que se podrían recaudar hasta 300 millones de euros, dado que los depósitos en manos de la banca suman 1,457 billones de euros, según los últimos datos del Banco de España del mes de enero.

En un comunicado, el departamento de Cristóbal Montoro aclara de esta forma que el objetivo del impuesto no es recaudatorio, sino que trata de compensar la desaparición de los tributos autonómicos a los depósitos bancarios establecidos en algunas comunidades, dado que la aprobación del tributo a nivel estatal conllevó la eliminación de dichos impuestos regionales, al no poder dos administraciones distintas gravar un mismo hecho imponible. Además, añade Hacienda, la creación de este impuesto quiere evitar las 'distorsiones' que en el mercado financiero pudieran derivarse de una 'extensión dispar' de este tipo de gravamen en las comunidades autónomas.

Por ello, el Ministerio de Hacienda aprobó el pasado mes de diciembre un impuesto estatal a los depósitos bancarios a tipo cero (abriendo la posibilidad a elevarlo posteriormente), que ahora modificará para compensar a las comunidades que ya lo tenían implantado. Las tres comunidades a compensar son Andalucía, Canarias y Extremadura, que son las que lo tenían vigente antes del 1 de diciembre de 2012. Después lo implantaron Catalunya y Asturias.

Según el PSOE, las tres comunidades han dejado de ingresar 230,5 millones por la inhabilitación del tributo autonómicos: 39 millones en Extremadura, 96 millones en Canarias y 95,5 millones en Andalucía.

Montoro comentó este miércoles en el Congreso y en el Senado que el tipo para los depósitos bancarios sería 'muy moderado' y que no tendría un fin recaudatorio, sino únicamente compensatorio, ya que la ley de financiación autonómica obliga a resarcir a las comunidades autónomas que lo tenían y cuya vigencia ha quedado anulada a partir de la existencia del impuesto estatal. El ministro aseguro que que 'en España no existe, ni ha existido, ni va a existir un impuesto sobre los depositantes (como el de Chipre)', sino que el gravamen va a recaer sobre los bancos.