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Un islamista moderado es nombrado nuevo presidente de Somalia

Reuters

El líder islamista moderado jeque Sharif Ahmed resultó elegido presidente de Somalia el sábado y se comprometió a terminar con el largo conflicto que aqueja a la nación del cuerno de África, sellar la paz con sus vecinos y gobernar con honradez y de manera justa.

Los diputados aplaudieron y Ahmed sonrió y levantó sus brazos saludando tras ganar las elecciones en una segunda vuelta alrededor de las 04:00 hora local (01:00 GMT), en una sesión parlamentaria que se extendió durante la noche hasta la madrugada en Yibuti.

Varios analistas dicen que Ahmed tiene una posibilidad real de reunificar al pueblo somalí, dadas sus raíces islamistas y el apoyo del Parlamento. Pero reconciliar a los 10 millones de habitantes y poner fin a un baño de sangre que lleva 18 años sigue siendo una tarea monumental incluso para él.

Ahmed encabezó la Unión de Cortes Islámicas que llevó algo de estabilidad a Mogadiscio y gran parte del sur de Somalia en 2006, antes de que las tropas etíopes invadieran la región y le derrocaran.

"El conflicto en Somalia será resuelto. Estamos instando a nuestros hermanos en conflicto armado que se unan a nosotros para construir la paz", dijo el nuevo presidente ante el Parlamento. "Gobernaremos al pueblo somalí con honradez y justicia, y les devolveremos sus derechos".

Tras jurar el cargo en un hotel de Yibuti el sábado por la mañana, Ahmed viaja precisamente al país que le echó del poder para participar de una cumbre de líderes africanos. Luego retornará a Somalia para nombrar un gobierno de unidad. Es el decimoquinto intento de formar un gobierno de unidad desde que Somalia se hundió en la anarquía en 1991 a la caída del dictador Mohamed Siad Barre.

Los legisladores debieron reunirse en Yibuti debido a la inestabilidad que reina en el país. Pero esperan haber elegido a un hombre capaz de aislar o incluso posiblemente incorporar al poder a los insurgentes de línea dura.

Pese a la retirada de las tropas etíopes a comienzos de semana y al proceso de paz yibutiano patrocinado por la ONU que intentó reconciliar a gobierno y oposición, los insurgentes islamistas de mano dura liderados por Al Shabaab han prometido seguir combatiendo.

Al Shabaab, que figura en la lista de grupos terroristas extranjeros de Estados Unidos, dijo poco antes de la votación que comenzaría una nueva campaña de ataques relámpago contra el gobierno, sin importar quien asumiera la presidencia.

Ahmed expresó que aquellos que pelean por imponer una estricta versión de las leyes islámicas en todo el país han malinterpretado la religión, y que tratará de corregirlo. También dijo que su gobierno no tolerará ningún abuso de poder o corrupción, y tratará a sus vecinos con respeto.

El enviado de Naciones Unidas en Somalia, Ahmedou Ould-Abdallah, se mostró satisfechó con la votación del sábado y pidió una etapa de reconciliación.

Durante los últimos dos años, más de 16.000 civiles y un número desconocido de combatientes han muerto en la insurgencia liderada por los islamistas contra el Gobierno y sus aliados etíopes. Además, un millón de personas han tenido que dejar sus hogares, y un tercio de la población depende de la ayuda alimentaria, en lo que las agencias de cooperación califican como una de las peores crisis humanitarias.

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