Comienza una campaña electoral. La de las europeas del 7 de junio. Increíble, pero cierto, dicen en IU. Unas elecciones en las que 'no se habla de Europa', que están amenazadas por el fantasma de la abstención -el Eurobarómetro anticipaba una participación del 27% de los españoles- y que, por eso mismo, suponen un peligro para la federación. IU se propone, ya desde el arranque de la campaña, combatir la apatía, liderar una 'movilización popular contra la crisis', como ayer enfatizó el cabeza de lista, Willy Meyer.

Para convertir el desasosiego social en voto, el candidato insistirá en 'señalar a los responsables políticos' de la crisis. Se trata de abrir los ojos a 'los cuatro millones de parados', pero también 'al electorado desencantado con el PSOE, que impulsó un modelo de crecimiento y que es culpable de la situación actual'. IU intenta así, igual que hizo en 2008, llevarse parte de los votantes socialistas molestos con el rumbo de la economía que está pilotando el Gobierno.

'Pondremos en evidencia el consenso de Bruselas, el programa común encubierto' de PP y PSOE, dijo Meyer. 'Daremos un mensaje clarificador a los trabajadores a los que se les ha caído el mundo encima. Nadie les ofrece una respuesta enérgica y valiente. Iremos codo con codo con los sindicatos para exigir un cambio real en el modelo que permita la intervención pública de la economía', añadió.

Pese a la crítica al PSOE, y precisamente por coherencia con el guiño a sus votantes, Meyer se cuidó de no identificar al 100% a conservadores con socialistas. No cayó en las dos orillas: 'No son iguales, sería un tremendo error. Sus bases electorales son distintas, aunque ambos no entren en lo fundamental, en las causas de la crisis. Por eso no han hablado de Europa'.

El líder, Cayo Lara, subrayó la 'solvencia' de Meyer y llamó a 'reclamar más izquierda en Europa para cambiar las políticas en España'. Asimismo, presentó la web de campaña y la plataforma de los vídeos electorales de IU.