El presidente del Congreso, Manuel Marín, ha abogado hoy por la firma de un pacto de Estado entre los dos grandes partidos nacionales, a ser posible en la próxima legislatura, para "separar" el funcionamiento de las instituciones públicas del ejercicio político.

Marín ha efectuado estas declaraciones en el transcurso de una conferencia sobre el funcionamiento del Parlamento en el siglo XXI, organizada por la Universidad Complutense de Madrid.

El presidente de la Cámara Baja ha advertido del "daño" que a las instituciones están infligiendo debates sobre el "límite" con el que el Gobierno y la oposición procuran controlar su funcionamiento.

A su juicio, "no todos tienen la misma responsabilidad" en ello, aunque sí todos tienen "alguna", y por esta razón, ha expresado su "preocupación" por la dependencia de la actividad política que, en función de "quién gane las elecciones", asume el funcionamiento de "los elementos centrales de las instituciones".

Ha subrayado, en este sentido, que "el Gobierno tiene que comprender que no se pueden domeñar las instituciones" y, a su vez, la oposición ha de darse cuenta de que "no han de servirse de ellas" para "hacer fracasar una decisión del Parlamento".

Aunque en ningún momento Marín ha citado ejemplos para corroborar sus palabras, ha considerado que la solución a dicha "controversia" consiste en la puesta en marcha de ese "nuevo pacto de Estado" entre socialistas y "populares" que permita a las instituciones funcionar al margen de la voluntad política de los partidos.

El presidente del Congreso ha remarcado la conveniencia de que sea durante la próxima legislatura cuando se alcancen estos "entendimientos básicos".

Marín, además, ha alertado de la "escenificación" que a su entender se está apoderando de la actividad parlamentaria. "No es bueno que el Parlamento se convierta en un escaparate porque así se traslada el espectáculo a lo institucional", ha apostillado.

Asimismo, ha manifestado su "preocupación" por qué, a causa de ese "exceso de escenificación", la actividad legislativa muchas veces se mueve por "el clamor popular", lo que en su opinión no resulta "adecuado".

Sobre este aspecto, ha citado el ejemplo de las repercusiones parlamentarias que tuvo el proceso de negociación que el Gobierno emprendió con ETA para lograr el fin de la violencia.

Marín ha puesto de relieve sus discrepancias con "cómo se ha tratado" en el Parlamento dicha cuestión porque incluso en el Congreso "es necesaria la discreción" para, de esta forma, "favorecer el acuerdo o el pacto".

También ha citado el ejemplo, aunque en sentido contrario, del debate que en el Congreso se vivió a raíz de la presentación del Plan Ibarretxe.

Marín ha confesado sentirse "muy contento" del modo en que se desarrolló dicho debate. "El lehendakari vino a decir que se quería ir y, en un debate durísimo, se le dijo que no", ha asegurado.

Tras la conferencia de Marín, los diputados del PSOE, Elviro Aranda; del PP, Gabriel Elorriaga; y de CiU, Jordi Jané, acompañados por varios catedráticos de Derecho Constitucional, han participado una mesa redonda, también acerca del funcionamiento del Parlamento.

Aranda ha propuesto una reforma de reglamento del Congreso "no tan reglamentista" como la que ofertaba Marín, mientras que Elorriaga ha apostado por una reformulación del papel que la oposición juega en el Congreso, casi siempre, ha explicado, "muy diluido" por la presencia de fuerzas minoritarias.