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Médicos en Haití creen que lo peor está por venir

Reuters

Un sismo que deje más de 200.000muertos es malo en cualquier sitio, pero en Haití, donde elsida, la tuberculosis y la malaria son rampantes, los niñosestán desnutridos y la higiene ya era un desafío, puede crearuno de los peores desastres médicos de la historia.

Los equipos médicos que están llegando para instalarhospitales de campaña dicen que ya están abrumados por lasbajas y temen que lo peor esté por llegar, cuando lasinfecciones y enfermedades se extiendan.

"El riesgo número uno cuando hay heridas abiertas essiempre la infección bacteriana", explicó Josh Ruxin, unexperto en salud pública de la Universidad de Columbia que vivey trabaja en Ruanda.

Las cifras del Gobierno haitiano estiman que los muertospor el sismo de magnitud 7,0 que asoló el país la semana pasadaserán probablemente entre 100.00 y 200.000.

Nadie ha empezado siquiera a hacer un recuento de losheridos, que sufren de miembros aplastados o amputados,fracturas diversas y laceraciones.

Sin tratamiento rápido, estas heridas se infectarán. "Lascosas van a ponerse mucho peor antes de ponerse mejor", comentóRuxin.

El agua es escasa y la diarrea es probable. Los niños, losdébiles y los ancianos morirán innecesariamente de enfermedadesdiarreicas que en condiciones normales se habrían tratadofácilmente con agua y sales de rehidratación, apuntan losmédicos.

Los frustrados equipos médicos han llevado a Haitíhospitales de campaña y toneladas de suministros, que en sumayor parte no han podido utilizar por falta de seguridad y decarreteras hábiles.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC,en sus siglas en inglés) de Estados Unidos han enviado267 expertos, incluyendo cirujanos, que llegaron el viernespero tuvieron que esperar hasta el domingo por la noche paraque escoltas militares pudieran transportarlos a través delcaos.

"Debido al tiempo que ha pasado, probablemente tendránmucha diabetes que se ha salido de control", comentó eldoctor Steven Harris, director médico de los CDC en Haití, enuna entrevista telefónica. "Tendrán fallos renales debidoa la deshidratación", agregó.

Los CDC prevén brotes de enfermedades infecciosas como elsarampión y la malaria. "Son las clases típicas de enfermedadesque tenemos aquí de todas formas, pero sin duda serán peoresdespués de un desastre como este", apuntó Harris.

LAS VICTIMAS MAS PEQUEÑAS

"Esto podría convertirse en un desastre infantil sinprecedentes", dijo a su vez el doctor Irwin Redlener, delCentro Nacional de Preparación ante Desastres de la Universidadde Columbia.

El 40 por ciento de la población de Haití, señaló, sonniños menores de 14 años, mucho más que en la mayoría de lospaíses.

"Son más vulnerables a las infecciones, la deshidratación yel shock. Y por supuesto hay un tremendo impacto emocional",dijo Redlener.

Ruxin, sin embargo, ve un atisbo de esperanza.

"Aunque ésta es una tragedia terrible, hay una oportunidadde hacer algo que décadas de ayuda no han hecho, y eso esconstruir una infraestructura de salud pública que seaestable", afirmó.

Un estudio de Commonwealth Fund publicado el viernes indicóque en Nueva Orleans, devastada en el 2005 por el huracánKatrina, la asistencia sanitaria ha mejorado.

De acuerdo con ese estudio, un programa que creó una red declínicas locales financiadas por los gobiernos local y federalque atiende a más pacientes que los que recibían tratamientoantes del desastre.

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