La estrecha alfombra roja de la calle Atocha que rodeaba la entrada al Teatro Häagen-Dazs el jueves por la noche parecía una lengua pisoteada tanto por los famosos que iban a recoger los Premios de la Música como por un pequeño grupo de manifestantes que protestaban por recientes despidos en la Sociedad General de Autores (SGAE).

Olvido Gara, conocida como Alaska, fue "juez y parte" en la noche de los premios, al presentar la gala y recoger el premio en nombre de ??Fangoria'' por Mejor Álbum de Pop.

??Recibir de manos de la industria el Premio al Mejor Álbum de Pop es un reconocimiento y estamos muy agradecidos'', dijo Alaska, que recordó con entusiasmo los 20 años de vida de ??Fangoria''.

La XIV edición de los Premios de la Música, cuyos galardonados se conocían desde hace días, tuvieron como protagonistas al cantautor Miguel Poveda y al grupo Fito & Fitipaldis, que recogieron dos premios cada uno, sin contar con el tercero que supondría para Fito el galardón al Mejor Productor Artístico que se llevó Carlos Raya por el álbum ??Antes de que cuente diez''.

Adolfo Cabrales fue el encargado de recoger los dos premios de su banda, el de Mejor Álbum de Rock y el de Mejor Canción. Mientras, Miguel Poveda, con chaqueta blanca inmaculada, fue uno de los más ovacionados.

??Me siento como un pingüino en África? no estoy acostumbrado a esto'', dijo el cantautor catalán de flamenco, que quiso compartir sus premios de Mejor Álbum y Mejor Canción Española con Pasión Vega y Pastora Soler, entre otras, por cómo les unía la copla.

Hubo otros muchos trofeos, como el de Mejor Vídeo Musical, que se llevó Dani Macaco por ??Moving'', o el de Mejor Gira, que fue para ??El canto del loco''.

Eduardo (Teddy) Bautista, presidente de la SGAE y de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música, que organizaba la gala, entregó el galardón en reconocimiento a toda su carrera al compositor Juan Carlos Calderón.

Antes del comienzo de la gala, una treintena de manifestantes del sindicato CNT se reunió a las puertas del teatro para protestar por una docena de despidos en la sede del colectivo de los autores.