Milicianos palestinos de Gaza dispararon hoy 25 de sus cohetes Al Kasam contra localidades del sur de Israel tras la incursión militar israelí de ayer, en la que perdieron la vida al menos 19 palestinos y otros 50 resultaron heridos.

Los ataques fueron reivindicados por la Yihad (guerra santa) Islámica en respuesta por la muerte de los milicianos y civiles durante la incursión militar israelí de la víspera, y la muerte hoy del jefe de esa organización en Cisjordania, Walid Abeide Abu al Kasam, en otra incursión del Ejército en el pueblo de Kabatya.

Once de esos proyectiles artesanales cayeron esta mañana en la ciudad vecina de Sderot, donde al menos dos mujeres sufrieron ataques de pánico.

Los demás cohetes hicieron impacto al sur de la ciudad de Ashkelón, y en terrenos de varios kibutz vecinos de Gaza, en uno de los cuales, Ein Hashloshá, fundado por latinoamericanos, perdió la vida ayer un voluntario ecuatoriano, Carlos Andres Mosquera Chávez, por los disparos de un francotirador palestino.

Por su lado, el portavoz militar israelí informó de un nuevo ataque de la aviación en el que fueron heridos dos milicianos palestinos en el norte de la franja de Gaza; se desconoce aún su filiación y en qué circunstancias fueron atacados.

Al intensificarse la guerra de desgaste, los organismos de seguridad y hospitalarios en el sur de Israel, hasta donde llega el alcance de los Al Kasam, se hallan en estado de alerta máxima.

En la ciudad de Sderot, abandonada últimamente por 3.000 de sus vecinos debido a los diarios ataques palestinos, se abrieron esta mañana las escuelas, aunque pocos padres enviaron a sus hijos.

El jefe de la retaguardia en la ciudad, con más de 20.000 habitantes, Didi Simji, declaró a la radio pública que las escuelas "son los lugares más seguros" y "por ese motivo fueron abiertas para regresar a la rutina".

Los palestinos dispararon ayer 30 de sus proyectiles artesanales en respuesta sus muertos y heridos de ayer al este de la ciudad de Gaza, en Seyaíe y el barrio de Zeitún, y causaron cinco heridos en Sderot, entre ellos un niño de 8 años.