Este artículo se publicó hace 14 años.
Montilla no subastará la presidencia y aspira a gobernar en solitario
Ha reconocido que los pronósticos para su partido en las elecciones autonómicas del día 28 son "adversos"
El aspirante del PSC a la reelección como presidente de Catalunya, José Montilla, cierra filas entorno a una idea de Gobierno en solitario, sin pactos con el PP, ni con CiU y rechazando de plano la formación de un nuevo tripartito. Así de claro lo ha dejado hoy para insistir en el mensaje de "no subastar" la presidencia de la Generalitat.
Esta categórica afirmación la ha expresado en un almuerzo-coloquio en el Club Siglo XXI de Madrid, arropado por el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, y cuatro ministros: Presidencia, Ramón Jáuregui; Fomento, José Blanco; Defensa, Carme Chacón; y Trabajo, Valeriano Gómez.
Montilla ha reconocido que los pronósticos para su partido en las elecciones autonómicas del día 28 son "adversos", en parte debido a la crisis y, en parte, a la "mala imagen" del Gobierno autonómico, que no se corresponde, a su juicio, con la buena valoración de la gestión que ha hecho el tripartito durante esta legislatura.
El ataque a la lengua catalana o la política de inmigración del PP son motivos para no pactar
Aún así, el candidato del PSC tiene claro que no pactará con el PP "bajo ninguna circunstancia". Los motivos que esgrime responden al "triple" ataque del PP a la lengua catalana, a su autogobierno y a su convivencia, debido a su política xenófoba. Una posible reedición del pacto con ERC, asegura que ya es cosa del "pasado".
Y para resumir su intención ha aseverado que no subastará la Presidencia de la Generalitat ni se mantendrá en el poder "a costa de renunciar a las propuestas e ideas" que, a su juicio, son ampliamente compartidas por la inmensa parte de la ciudadanía catalana.
"Lo que quiero es gobernar y gobernar en solitario. ¿Para eso hay que tener mayoría absoluta?. En otras etapas en Catalunya se gobernó sin mayoría absoluta y el Gobierno de España tampoco la tiene ni en esta legislatura ni en la pasada. Esa es mi aspiración", ha puntualizado.
Ni de derechas ni independentistaPor activa y por pasiva Montilla, tal y como ha recordado él mismo, ha subrayado que no suscribirá "de ningún modo" ni un Gobierno con características de derechas ni un proyecto independentista.
Sería, por tanto, "incompatible" pactar con fuerzas que, por ejemplo, propongan recortes sociales que comporten desigualdades o que pongan como condición la celebración de un referéndum "ilegal e inconstitucional que arrastraría a la sociedad catalana a una nueva etapa de tensión y de frustración", ha añadido.
A Montilla le resulta "increíble" que a estas alturas su principal adversario, el candidato de CiU, Artur Mas, "todavía no haya cerrado la puerta a llegar a acuerdos con el PP", y opina que a Catalunya le conviene un Gobierno progresista que solo puede liderar el PSC y no uno "cuya carta de presentación sea el agravio permanente o el chantaje político".
Montilla ve "increíble" que Mas no haya aún cerrado la puerta a pactar con el PP
Por todo ello, ha insistido en que no liderará el futuro Gobierno catalán "a cualquier precio", sobre todo si "el precio a pagar es la parálisis o la salida del marco constitucional".
Combatir el escepticismoAunque no sabe lo que hará después del día 28, sí tiene claro lo que hará hasta esa jornada: "todo lo posible" para que Artur Mas "no sea presidente de Catalunya".
Quiere Montilla combatir el "escepticismo" sobre las posibilidades de que la izquierda pueda seguir gobernando en su comunidad y, por ello, va a afrontar la campaña electoral que comienza esta noche con "realismo y pasión" y con el convencimiento de que solo los socialistas pueden garantizar una opción progresista y catalanita.
Hay una "espesa capa de silencio que impide oír el latido de una sociedad que no quiere aventuras, ni inventos, ni falsos atajos, ni pasos atrás", sino un proyecto de progreso, ha apostillado Montilla.
Montilla ve incompatibles las propuestas del tripartito con las que defiende el PSC
Tras explicar algunos de los logros de su mandato, se ha mostrado orgulloso del tripartito porque ha sido "útil" hasta hoy, pero ya es "pasado" y sus propuestas son "incompatibles" con las que el candidato del PSC defiende para la próxima etapa.
Cuatro son sus grandes prioridades: facilitar la recuperación económica, aplicar las reformas estructurales, mantener la cohesión social y restablecer "todo" el Estatut, una norma que, según ha dicho, "no es una obsesión identitaria ni un instrumento de separación", sino una herramienta para mejorar el encaje de Catalunya en España.
Ha aludido también a la financiación autonómica y no ha descartado para Catalunya un modelo similar al concierto vasco, pero a medio plazo, ya que la promesa de Artur Mas de alcanzarlo en dos años es "un engaño y una falta de responsabilidad".
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