El veto a Natalia Rodríguez en el mitin de Zúrich de mañana contrasta con la histórica neutralidad helvética. Esta vez han tomado partido por su ahijada, la atleta de Bahrein residente en Suiza, Maryam Yusuf Jamal, campeona del mundo de 1.500 metros en Berlín después de la descalificación de la española. José Alonso Valero, mánager de Natalia, intentó la inscripción en la prueba durante un mes. Primero dejaron en suspenso la decisión en función de los resultados, luego argumentaron que el cupo estaba lleno y, tras la polémica final alemana, se justificaron ante el riesgo de una mala reacción del público en contra de la atleta catalana.

'Son cosas que a los mejor no queda bien decirlas, pero siendo ella residente en Suiza no interesaba que otra atleta pudiera ganar la carrera', declaró ayer Natalia en Televisión Española.

Las reuniones más importantes de atletismo del mundo se amoldan a todo tipo de peticiones para tener en su nómina de participantes a las grandes estrellas del momento. 'Son leyes y cláusulas no escritas por las que el corredor de moda o con la mejor marca en determinada prueba da su visto bueno a la lista de rivales y puede llegar a tachar a alguno que no sea de su agrado', reconoció ayer a Público un responsable de la Federación Española con muchos años de experiencia en la organización de pruebas atléticas.

La organización de Zúrich no comete irregularidad alguna al vetar a Natalia. Los atletas son contratados de forma personal, sin que haya ninguna norma que obligue a la inclusión de un determinado deportista. 'Es correcta la actuación de los organizadores, aunque es la primera vez, en muchos años que llevamos en este deporte, que asistimos a una cosa parecida', insisten desde la Federación Española.

A requerimiento de este diario, Patrick K. Magyar, director de la prestigiosa cita de Zúrich, razonó ayer su decisión: 'Nuestra política es invitar a todos los medallistas de los campeonatos anteriores a nuestro mitin, incluso si no les tuvimos incluidos en nuestro listado de salida anteriormente. La señorita Rodríguez fue descalificada de la final de Berlín. Por lo tanto sólo podemos considerar su carrera en la semifinal. Actualmente ella es el número 21 en la clasificación mundial. Y en vista de que el cupo de participantes para este evento está completamente cubierto, no podemos invitar a la señorita Rodríguez este año'.

La excusa del ranking abriga la polémica decisión. Sin embargo, este razonamiento choca frontalmente con el ideario de una reunión que procura alinear a los mejores atletas del momento ante uno de los públicos más entendidos. Después de lo ocurrido en Berlín, no hay carrera con más interés que un 1.500 con Natalia. 'Es la prueba con más morbo del momento. La decisión va en contra del propio mitin', señalan desde la Federación.

Jamal se entrena en Saint Moritz y vive en Lausana. Nacida en Etiopía como Gelete Burka, la atleta arrollada por Natalia en la final, huyó de su país y pidió asilo político en Suiza, pero fue Bahrein quien puso más interésen nacionalizarla.