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"Es una oportunidad histórica para renovar la SGAE"

Antón Reixa, que encabeza la lista de Autores por la refundación, cree que la Sociedad se encuentra en un momento único para cambiar su polémico rumbo.

ALEJANDRO TORRÚS

Antón Reixa (Vigo, 17 de abril de 1957) vivió durante años ajeno a la Sociedad General de Autores y Editores. Ni siquiera acudía a las urnas. Ahora, espoleado por la grave crisis que vive la institución ha decidido añadir a su currículo el cargo de presidente de la SGAE, además de director de cine, poeta y músico. Su programa se estructura en tres ejes: reconciliar a la institución con la sociedad, mejorar los derechos de autor en Internet y reestructurar la deuda bancaria de la Red Arteria. “Si no hay un cambio se perpetuará el pasado”, apunta.

Primeras elecciones después de la época de Eduardo Bautista. ¿Qué se juega la SGAE en estas elecciones?

La oportunidad histórica para renovar SGAE. Si hay una participación renovada, es decir, si votamos los socios que habitualmente no votábamos, y hay un incremento en la participación habrá un cambio seguro. Por el contrario sino sube la participación sufrimos el grave riesgo de perpetuar el pasado.

¿Qué objetivo se ha marcado su candidatura de cara a las elecciones?

Aspiramos a que se aplique nuestro programa. Son unas elecciones tremendamente abiertas donde el resultado es imprevisible. Nunca ha habido tantos socios con derecho a voto ni tantos candidatos. A partir de ahí no sabemos qué puede ocurrir. En todo caso, nosotros hemos preservado una línea de trabajo muy discreta sin incurrir en descalificaciones con otros candidatos, excepto de los casos de las listas inspiradas por Teddy Bautista. Pensamos que será muy importante lanegociación y el diálogo entre las candidaturas reformistas.

En el caso de que su candidatura llegue al poder, ¿cuál es la necesidad más acuciante de la SGAE?

Fundamentalmente hay tres aspectos. Uno es reestructura la deuda bancaria que ha supuesto la Red Arteria. Otro que tiene que ver con ser especialmente proactivos con la normalización y regularización del derecho de autor en Internet sin criminalizar a los usuarios, sino mediante operadores y agregadores. Por último, y quizá más difícil, reconciliar a la SGAE con la ciudadanía española.

¿Qué haría con los teatros adquiridos por Arteria? ¿Vendería todos los teatros que ha comprado en los últimos años la SGAE?

El sentido común dice venderlo, pero siempre teniendo en cuenta que son activos por los que se ha pagado sobreprecios y hay que tener en cuenta que están muy devaluados por la actual crisis económica. Por ello, hay que hacerlo con prudencia y racionalidad. Pero, paralelamente a eso, tenemos cosas que hacer como impugnar el aval irregular que se ha dado a los bancos para los préstamos de 150 millones para la Red Arteria. Además, hay que reestructurar esa deuda y rehacer este asunto subsanando los errores. También, hay que indagar en la presunta red de corrupción que puede haber en la SGAE ya que todos los indicios conducen a que la Red Arteria tenía una parte importante en la trama.

Vamos a ser muy proactivos en revisar las situaciones pasadas, pero vamos a establecer dentro de la Sociedad criterios de supervisión y control. Restaurar la figura de la intervención. Revisaremos toda operación que implique transacciones de dineros, sistemas transparentes de concursos para la contratación de proveedores y, también, vamos a ser muy exigentes con el Ministerio de Cultura para que ejerza realmente su función de organismo regulador y de tutela.Comentaba su voluntad de regularizar los derechos de autor en Internet.

¿Tienen alguna propuesta de conseguir este objetivo?

Estamos trabajando para que se extingan lo que se consideran prácticas irregulares en Internet o que no observan la retribución de los derechos de autor. Una premisa imprescindible es que la mayoría de los contenidos deben estar en la red y que este servicio aporte un valor añadido para los usuarios. Actualmente los que se lucran con esto son, fundamentalmente, las operadoras que venden y gestionan conexiones de banda ancha y los agregadores. Dirigiremos todo nuestro esfuerzo a establecer con ellos sistemas de promoción de plataformas legales. Pero siempre en la línea de que el usuario no tenga que pagar un sobreprecio y que aporten valor añadido como la clasificación de contenidos, rapidez de acceso, información añadida, etc.

En el caso de la industria de la música, es obvio que ha llegado tarde a Internet.

La industria se basaba fundamentalmente en vender soportes y no en derechos de uso. Los autores tenemos que recuperar ese tiempo perdido y olvidarnos de cualquier opción de volver al pasado. Al final lo que hay que poner en valor es el tangible del derecho de autor que tiene que ver con la creación. Establecer valores en función del soporte rebaja la importancia del derecho de autor. No hay que tener nostalgia del pasado y aprovechar la red y convertirla en algo a favor.

Sobres los derechos de autor. Cabe destacar que uno de los puntos más polémicos en la opinión pública fue el afán recaudatorio de la SGAE en los comercios.

La ley establece una obligación de pagar derechos de autor cuando se incurre en comunicación de repertorios protegidos. Posiblemente, se han hecho prácticas abusivas que debemos revisar, pero tenemos que poner en valor que lo que marca la ley es la necesidad de pagar derechos de autor, pero lo que se pague y cómo se paga es un pacto entre la entidad de gestión y la ciudadanía. Tenemos margen para recuperar el diálogo con la sociedad. De todos modos, estamos convencidos de que el sector de mercado a ampliar no es este sino en el mantenimiento de los índices de recaudación de televisión, radio y eventos y, sobre todo, potenciar la distribución en Internet.

Por último, se ha hablado mucho de que los métodos de votación en la SGAE son “poco democráticos”. ¿Cree que se debería cambiar el sistema de voto ponderado por otro más equitativo como la norma un socio, un voto?

A mi percepción desde dentro de la SGAE se esté pidiendo el sistema de un socio un voto. El pensamiento mayoritario aquí es mantener el sistema de voto ponderado. La SGAE funciona con un sistema en el que el que más recauda aporta también más a sus arcas. En la última reforma de estatutos se ha discutido y ha sido aprobado por un 98%.

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