El Gobierno cifró el martes en apenas el 11 por ciento el seguimiento de la huelga de los trabajadores del sector público hasta mediodía, un dato que contrastaba con el aportado por los sindicatos, que dijeron que un 75% de los funcionarios no había acudido a su lugar de trabajo para protestar por el plan de austeridad del Ejecutivo, cuyo objetivo es recortar el déficit y sacar al país de la recesión .

UGT y CCOO dijeron que los primeros datos mostraban que dos tercios de los 2,3 millones de funcionarios habían secundado los paros, lo que dejó a escuelas, hospitales y otros servicios de emergencias con servicios mínimos.

Estos datos no coincidían con los del Gobierno, que cifró el dato acumulado de seguimiento en los turnos de noche y mañana en un 10,99 por ciento. Por la noche, según un dato anterior, un 16 por ciento de los funcionarios se habían sumado a la huelga.

"El turno de mañana ha sido de menor incidencia que el turno de noche", dijo la secretaria de Estado de la Función Pública, Consuelo Rumí, que destacó la normalidad en la que estaba transcurriendo la protesta.

Rumí destacó que en los servicios de Correos el seguimiento había sido del 8,5 por ciento acumulado (13,2 por ciento durante la noche) y en las prisiones, un 4 por ciento de los funcionarios no había acudido a trabajar (un 10 por ciento durante la noche).

Las calles de Madrid estaban tan concurridas como es habitual, aunque pequeños grupos de personas interrumpieron por la mañana el tráfico en la zona de Nuevos Ministerios y por la tarde hay convocada una marcha en el centro de la capital a partir de las 18:30 horas.

El Gobierno no dio datos del seguimiento en la enseñanza, donde según los sindicatos convocantes un 80% por ciento de los funcionarios de las universidades madrileñas y un 60 por ciento de de colegios e institutos se sumaron a la huelga.

Los paros del martes, convocados tras el plan del Gobierno para ahorrar 15.000 millones de euros del presupuestos, podrían mostrar el nivel de apoyos a una posible huelga general.

Los trabajadores del sector público se enfrentan a recortes del 5 por ciento este año y una congelación para 2011 dentro de un plan para recortar el déficit presupuestarios al 9,3 por ciento del Producto Interior Bruto este año, desde un 11,2 por ciento en 2009 y luego al 6 por ciento en 2011.

"Los salarios de los funcionarios no son los causantes de esta crisis y no deberíamos ser los primeros en sufrir los recortes", dijo Pablo González, de 36 años, un empleado de una oficina de Hacienda en Madrid.

Los paros llegan un día antes de que el Gobierno presente su borrador de un paquete de reforma laboral a sindicatos y empresarios dentro de unas conversaciones que continúan. Si esas negociaciones no dan sus frutos, el Gobierno aprobará la reforma laboral por decreto.