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Varsovia dedica una estrella a Polanski mientras continúa su arresto en Suiza

EFE

Varsovia ha dedicado una estrella al director Roman Polanski, detenido en Suiza desde el pasado mes de septiembre, y su nombre figura desde ahora en el "Paseo de la fama" de la capital polaca junto a una de sus frases más populares: "Nada es demasiado impactante para mí".

Quienes sí parecen impactados son sin embargo algunos varsovianos, sorprendidos y divididos tras ver que el cineasta ocupa desde hace varios días un lugar en el pavimento de su ciudad, algo con lo que no todos están de acuerdo.

"Creo que sobre este tema no hay nada de que hablar. Hizo lo que hizo", dice Anna, una joven polaca contraria a que el realizador cuente con un lugar en este "Paseo de la fama", especialmente si se tiene en cuenta que "durante treinta años logró escaparse de la justicia".

Andrzej, sin embargo, defiende la presencia de Polanski en las calles de Varsovia y considera que lo sucedido hace tres décadas ya ha quedado atrás, "él sufrió y se arrepintió por aquello", dice.

Este estudiante va aún más allá e incluso justifica en cierto modo los hechos de los que el cineasta fue protagonista en 1977.

"Conozco personalmente a una chica de 13 años que consigue vestir como si tuviera 21 y se comporta como tal", asegura.

La estrella de Polanski es una de las doce que componen el nuevo "Paseo de la fama" de Varsovia, donde además del realizador de origen judío se encuentran otras figuras del cine como Burt Reynolds, Marylin Monroe, Woody Allen y los españoles Penélope Cruz y Javier Bardem, dos actores de culto en Polonia.

Mientras, Roman Polanski permanece arrestado en Suiza desde el pasado 26 de septiembre, cuando fue detenido en virtud de una orden emitida por Estados Unidos por un caso de abuso sexual cometido en 1977, cuando el director de "El Pianista" mantuvo relaciones sexuales con una joven de 13 años.

El realizador huyó de Estados Unidos en 1978 mientras estaba en libertad bajo fianza, después de haber pasado unos meses en prisión por los cargos de los que se había declarado culpable.

Los ministros de Exteriores de Francia y Polonia han pedido insistentemente la liberación del cineasta, al igual que otros miembros del mundo del cine, que han apoyado públicamente a Polanski durante los últimos días.

Pero más allá de lo que consideran los políticos, la opinión ciudadana se debate entre la de quienes sitúan por encima de todo el éxito profesional del director y la de aquellos que no pueden olvidar lo sucedido hace tres décadas en California.

"Está bien, porque él obtuvo su estrella por su talento, pero si el proceso demuestra ahora que lo que hizo fue aún peor, entonces se debería discutir si esto puede seguir así", explica otra joven, Elwira, que como la mayoría de los habitantes de Varsovia espera a conocer cómo se desarrollan los hechos para decidir si Polanski debe o no tener un lugar en el "Paseo de la fama" de Varsovia.

Hijo de una familia judía, Roman Polanski nació en París en 1933 bajo el nombre de Rajmund Roman Liebling, aunque tres años después de trasladó a vivir a la localidad polaca de Cracovia ante el creciente antisemitismo galo.

Tras la invasión nazi de Polonia la familia Polanski fue internada en el gueto de Cracovia, de donde su madre fue deportada al campo de exterminio de Auschwitz, donde fue asesinada en 1942, mientras su padre sobrevivió al internamiento en el campo de concentración de Mauthausen, en Austria.

Roman Polanski escapó del gueto en 1942 y sobrevivió a la guerra escondido por una familia católica polaca bajo el nombre de Roman Wilk.

Tras la guerra estudió en la Escuela Superior de Cinematografía de Lodz y, después de rodar sus primeras películas, emigró en 1963 a Inglaterra y en 1968 a Estados Unidos, donde saltó a la fama con "El baile de los vampiros", su primer éxito en la gran pantalla.

Nacho Temiño

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