La plata, un hermoso material utilizado para elementos decorativos del hogar, así como para utensilios de cocina, relojes o bandejas, sin olvidar nuestras cadenas, pendientes, brazaletes o anillos, puede oscurecerse y tener un aspecto desagradable de plata deslustrada. Incluso hay quien puede pensar que la pieza se ha oxidado.
Pero no tires a la basura ninguno de esos objetos, pues la plata no se oxida, simplemente pierde su lustre. De tal manera, solo tendrás que volver a conseguir que luzca con todo su brillo original. Para ello vamos a darte media docena de trucos caseros para limpiar plata, fáciles y sencillos, con artículos que tienes en casa. Te sorprenderán los resultados y volverás a ver tus piezas de plata como el día en que las adquiriste.
Agua con sal
Una de las fórmulas tradicionales para limpiar la plata en casa es el agua con sal. Es el mejor método para recuperar el lustre de objetos pequeños, como las pulseras, los brazaletes, las cadenas, los colgantes o los anillos. Para preparar esta solución solo necesitas 250 mililitros de agua y 10 gramos de sal o, lo que es lo mismo, 1 cucharada de sal por taza de agua.
Pon a hervir el agua, mezcla con la sal e introduce los objetos a remojo en el líquido durante toda la noche. A la mañana siguiente, solo tendrás que tirar el agua, sacar pieza a pieza e ir puliéndolas con la ayuda de un paño seco. Quedarán como nuevas.
Limón y sal
El limón siempre sirve de ayuda para la limpieza del hogar con productos naturales, gracias a sus propiedades desinfectantes y brillantes. Pero estas también resultan perfectas para limpiar la plata, dejarla reluciente y conservarla.
En este caso, también necesitarás sal. Tienes que cortar el limón por la mitad y untarlo con la sal. Luego solo has de usarlo par pulir la plata. Aplica y frota con él el objeto de plata y luego deja actuar durante unos minutos. Después solo tienes que enjuagar y sacar el brillo con un paño suave. Esta manera resulta especialmente útil y cómoda con objetos como marcos, bandejas o piezas decorativas de cierto tamaño.
Papel de aluminio y sal
Otra de las maneras caseras más tradicionales de limpiar la plata es utilizar sal y papel de aluminio. De hecho, es la mejor opción si necesitas limpiar la cubertería o utensilios de cocina de plata. El método es muy sencillo.
Forra el interior de un recipiente con el papel de aluminio y luego llénalo con agua hirviendo con sal. Luego ya puedes sumergir en el líquido los objetos que desees y dejar actuar durante unos minutos. Después, deberás aclararlos y limpiarlos con agua limpia. Seca a continuación con un paño suave para sacarles brillo.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un clásico a la hora de la limpieza en el hogar, pero ten en cuenta que para este truco para limpiar la plata deberás poner guantes para proteger tus manos. Luego, solo has de echar en un bol un par de cucharadas de bicarbonato de sodio y añadir agua caliente hasta obtener una pasta. Antes de utilizarla, debes limpiar con agua y jabón los objetos de plata. A continuación ya podrás extender sobre ellos la pasta de bicarbonato. Aclara luego con agua tibia y seca con un paño suave.
Bicarbonato de sodio con vinagre
Una variación del método anterior es utilizar el bicarbonato de sodio mezclado con vinagre blanco, por lo que tampoco debes olvidar ponerte los guantes para proteger las manos. La proporción de ambos es de 1 cucharada de bicarbonato de sodio por ¼ de taza de vinagre blanco.
Mezcla poco a poco el bicarbonato de sodio con el vinagre, puesto que comprobarás cómo se va produciendo la característica efervescencia, y espera a que se disuelva. Una vez esto suceda, introduce con cuidado las piezas de plata y deja actuar durante unos minutos. Después solo tienes que pasar un paño seco y limpio por cada una de ellas para conseguir que tengan el lustre de cuando los compraste.
Pasta de dientes
Si nunca has probado utilizar la pasta de dientes para limpiar la plata, tienes que hacerlo, puesto que resulta perfecto para sacarle todo su brillo. Además, también funciona con otros objetos de metal.
Debes untar el objeto con la pasta de dientes y, a continuación, frotarlo con un cepillo o un papel de cocina durante unos minutos. De esta forma, se desincrustará la suciedad. A continuación, aclara la pieza con agua templada o caliente y jabón neutro. Seca después con un paño suave. Te sorprenderá el resultado.
Este es un método perfecto cuando tienes que limpiar rápido un anillo o accesorio de plata que te encuentras sucio por sorpresa. Unos minutos de limpieza en el lavabo y listo.
