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Ángeles Heras Caballero: "En Andalucía hace falta un pacto entre los partidos para que la ciencia siga creciendo"

Ángeles María Heras, en la Universidad Complutense de Madrid.
Ángeles María Heras, en la Universidad Complutense de Madrid. JAIME GARCÍA-MORATO

Ángeles María Heras (1955) es doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Córdoba y única catedrática del área de química y física en el departamento de Química en Ciencias Farmacéuticas de la Complutense de Madrid. Fue secretaria de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en la etapa de Pedro Duque y ha roto techos de cristal desde que empezó su carrera. Andaluza de nacimiento, vive desde el año 1990 en Madrid. Su casa, afirma, sigue siendo Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba).

Su sector es muy masculinizado y usted ha abierto camino desde el inicio.

Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que muchas cosas era la primera que las hacía. En ese momento, no me daba cuenta de que era la primera. Yo lo que he hecho es hacer todo lo que soñaba o todo lo que yo creía que debía hacer.

Pero por el camino, se ha encontrado muchos obstáculos.

Sí, me he encontrado muchos obstáculos. Y me he encontrado con muchas personas intentando boicotearme. Ahora mismo soy la única catedrática en mi unidad docente, fui la primera mujer en la Universidad de Córdoba que tuvo un proyecto de investigación en el área de Química Física. Fui la primera mujer en el Consejo Social de la Universidad de Córdoba. También he sido muy pionera en trabajar con empresa e investigación aplicada. En el Secretaría de Estado, el tiempo que estuve, impulsé el sexenio de transferencia de conocimiento.

En su tiempo como secretaria de Estado de Universidades, ¿cuáles fueron sus principales objetivos?

Propuse y fue aceptado el Observatorio de Mujeres, Ciencia e Innovación. Crear ese observatorio con representaciones de muchos ministerios, de muchos estamentos, de muchas empresas, para ver cómo está la mujer y qué posición tiene la mujer en la investigación fue un puntazo. Por otra parte, también impulsé la puesta en marcha del sexenio de transferencia de conocimiento. Fue una convocatoria piloto que ahora la ministra Diana Morant lo ha incluido en la ley para que esté regulado.

Ángeles Heras, durante la entrevista
Ángeles Heras, durante la entrevista. JAIME GARCÍA-MORATO

En el año 90, dejó Andalucía y se fue a vivir a Madrid. ¿Profesionalmente, si quería evolucionar en el ámbito de la ciencia, tenía que irse de su tierra?

No. Mi padre quería que yo fuera peluquera y que me quedara en Peñarroya. A mí me gustaba la química, tuve una vocación muy temprana. Vitalmente necesitaba un cambio. En Córdoba tenía oportunidades, podía haber seguido perfectamente en Andalucía.

Con relación a la ciencia, ¿qué le pide al nuevo gobierno que salga de las elecciones andaluzas?

No se puede avanzar en ciencia, ni en casi nada, lo que no se ha avanzado en siglos. Es cierto que se han hecho unos esfuerzos muy grandes y, actualmente, Andalucía no está mal en ciencia. Durante los años que gobernaba el PSOE, se hicieron buenos planes de investigación. Dentro de las comunidades autónomas, el modelo vasco, en cuestiones de políticas, ha sido el mejor. El modelo catalán también es muy bueno, mientras que al madrileño se le escapa el dinero porque no llega bien evaluado. Andalucía de donde partía, a donde ha llegado, está muy bien.

¿Por qué es importante frenar a la ultraderecha en Andalucía?

Es interesante que se frene a la ultraderecha por el bienestar conseguido, para que no vayamos atrás, por esa democracia y por ese estado de las autonomías en las que Andalucía ha trabajado bien. Ha conseguido grandes cosas para sus ciudadanos y, ahora, lo único que tenemos que hacer es seguir trabajando con entusiasmo y con alegría para que no se pierda lo conseguido.

¿Qué es lo que le falta a la ciencia andaluza?

Lo que hace falta es que siga creciendo y eso es lo que es necesario. En la ciencia y en la transferencia de conocimiento, el crecimiento tiene que ser sostenido. Es necesario que todas las fuerzas políticas estén de acuerdo en hacer un gran pacto, tanto a nivel autonómico, como a nivel de España. Lo que pasa es que, muchas veces, en política y los políticos, quieren ver resultados inmediatos. Y de la ciencia no se ve el resultado inmediato. Si dejas de invertir todo ese conocimiento, todos esos euros que has invertido y ese conocimiento que has generado, se va a producir a Alemania, Francia o Estados Unidos. Esa es la desgracia y eso es lo que no queremos.

Por ejemplo, los contratos son precarios tanto en Andalucía, como en España.

Efectivamente. Cada vez hay menos jóvenes que quieran hacer tesis doctorales. La pandemia ha servido para que la sociedad se dé cuenta de que los científicos estamos para algo.

A lo largo de su carrera, ¿ha percibido prejuicios?

No. Pero cuando vine a Madrid el año 90 tenía una amiga que era del norte de España. La llamé por teléfono y su hijo le dijo que le había llamado la señora de la limpieza, simplemente por mi acento. Los tópicos típicos que tanto daño hacen son muy difíciles de eliminar. Y eso que Andalucía ha dado muchísimos poetas y pintores a lo largo de toda la historia.

Usted dice que quiere ser  "una vieja de Peñarroya". ¿Quiere volver a vivir a su pueblo y dejar Madrid?

Creo que en cada momento de la vida tienes un sitio para vivir. A mí Madrid me encanta y soy muy feliz aquí. También me gusta mucho mi vida de Peñarroya y cuando yo digo que llego a mi casa, que estoy en casa, es cuando estoy en mi casa de Peñarroya. Para los mayores, las ciudades no son cómodas. Ni los servicios sociales que tiene Madrid son lo mismos que los tiene actualmente Andalucía, que ojalá no se pierdan. Y no sólo los servicios sociales, también la cercanía de la vida en los pueblos.

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