Este artículo se publicó hace 17 años.
Una neurona para Halle Berry
Investigadores de EEUU estudian cómo codifica el cerebro la información
Hace dos años, investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles y el Instituto de Tecnología de California (EEUU) identificaron la neurona de Halle Berry. Los científicos descubrieron que algunas células nerviosas respondían sólo cuando al voluntario se le presentaba una imagen de la actriz o su nombre escrito en un papel. Las neuronas reaccionaban cuando veían a la actriz sola, pero no lo hacían cuando aparecía, por ejemplo, acompañada por otra persona.
El hallazgo sugería que estas neuronas aisladas reconocían conceptos abstractos –como Halle Berry o la Catedral de Burgos–, en lugar de identificar otras características visuales que podrían tener rasgos en común con otras imágenes. Habitualmente se conciben las neuronas como piezas de un engranaje mayor, pero aquel estudio indicaba que cada una podía funcionar como un sofisticado ordenador.
Ahora, los mismos investigadores han publicado en Journal of Neurophysiology un nuevo estudio en el que dicen que son capaces de interpretar la actividad de estas células y adivinar qué es lo que está viendo la persona en cuestión. Controlar estos procesos neuronales sería como entender el lenguaje en el que hablan las células nerviosas. Este conocimiento sería de gran utilidad para desarrollar interfaces cerebrales que servirían para que personas con parálisis o amputaciones pudiesen controlar un ordenador o una prótesis sólo con sus pensamientos.
El cerebro descodificado
El estudio realizado recientemente fue posible gracias a 11 voluntarios que sufrían epilepsia, a los que se implantaron electrodos intracraneales para identificar el origen de sus ataques. Así, los científicos registraron la actividad de 1.500 células individuales y descubrieron que 256 de ellas sólo se activaban en respuesta a imágenes específicas. Una de las neuronas se activaba cuando el paciente veía una araña, otras lo hicieron cuando vio una imagen de la torre Eiffel y algunas más lo hicieron ante fotografías de Saddam Hussein o de Pamela Anderson.
Los investigadores desarrollaron un algoritmo basado en el conocimiento de qué células reaccionaban ante un estímulo determinado y cuál era la pauta de actividad neuronal relacionada con ese estímulo. Así fueron capaces de adivinar qué imágenes estaba observando el paciente cuando ocurrían unos determinados procesos neuronales.
Con investigaciones de este tipo, se pretende desentrañar la forma que tiene el cerebro de codificar la realidad. Si se lograse este objetivo, sería posible elaborar prótesis que sirviesen para reconstruir funciones perdidas por enfermedad o lesión.
Este estudio apoyaría la idea de que determinadas percepciones complejas, como los rostros y algunos objetos, son codificadas por un número reducido de neuronas, que no superaría las 1.000. Frente a esta hipótesis, existen otras que indican que el código se reparte entre un número mayor de neuronas que se reparten el trabajo.
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