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Carmen Zapata: "Las mujeres estamos consumiendo una cultura hecha por hombres"

Tras la publicación del informe de la Asociación Mujeres de la Industria de la Música sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres en el sector, su presidenta valora los datos y ahonda en las claves para revertir la desigualdad en la música.

Carmen Zapata
Carmen Zapata, presidenta de la Asociación Mujeres de la Industria de la Música (MIM).- CLARA OROZCO

El infausto tridente que sufren las mujeres de la industria musical en nuestro país está hecho de discriminación, precariedad y sobrecualificación. El llamado 'techo de cristal', esa barrera a la que tienen que hacer frente las mujeres a la hora de desarrollar su vertiente profesional, adopta, cuando hablamos de la industria musical, una materialidad, si cabe, más opaca y resistente; un 'techo de hormigón'.

Vayan, a modo de aperitivo, algunos datos provenientes de la investigación realizada por la Asociación Mujeres de la Industria de la Música (MIM) publicada este lunes: solo un 37% de las empresas de la industria están lideradas por mujeres, apenas un 14% de las compañías independientes cuentan con figuras femeninas en la dirección; mientras que en el caso de las tres grandes multinacionales (Sony, Universal y Warner), las tres presidencias están ocupadas por hombres. Se hacen una idea. 

Así las cosas, no queda otra que asumir que algo está fallando, también, en la industria musical. Ya no sólo es que las mujeres estén en minoría sobre los escenarios, es que su voz apenas se escucha, por ejemplo, donde se toman las decisiones, lo que revierte irremediablemente en la música que se hace y se escucha. "Nos estamos perdiendo otra mirada −denuncia Carmen Zapata, presidenta de MIM, al otro lado del teléfono−, y sobre todo, estamos desperdiciando mucho talento".

"Si esta generación no puede tomar decisiones, nos estaremos perdiendo demasiado talento"

No en vano hablamos de una nueva generación de trabajadoras con una preparación como nunca se había visto. Tal y como se desprende del informe, más de un 70% de estas mujeres accedieron a su primer puesto en la industria musical con formación universitaria o formación profesional de grado superior y con conocimiento de idiomas. Casi el 40%, además, ha cursado un máster, curso o formación especializada, y apenas se han encontrado mujeres del sector que no tengan algún tipo de cualificación.

"Si esta generación no puede tomar decisiones, nos estaremos perdiendo demasiado talento y una mirada sobre las cosas que no pueden ofrecernos los hombres, además, ten en cuenta que las mayores consumidoras de cultura son las mujeres, se podría decir que las mujeres estamos consumiendo una cultura hecha por hombres", apunta Zapata. Otro dato: casi el 70% de las mujeres cobra menos del sueldo medio español masculino.

La brecha salarial es sin duda una de las fronteras marcadas a fuego en la industria. Un 65% de las mujeres han trabajado sin ningún tipo de contrato o remuneración durante al menos un año; mientras que un 35% han estado entre uno y tres años trabajando sin remuneración o contrato dentro de la misma. Unos datos que van en la línea de lo que se cuece en otros ámbitos, pero que en la música parecen estar menos presentes.

"Nuestro sector proyecta que está mucho mejor de lo que realmente está, y cuando ahondas un poco te das cuenta de que se percibe más liberal y más abierto y menos machista de lo que es, las mujeres solemos ocupar puestos vinculados al marketing y las relaciones públicas, en cambio apenas alcanzamos puestos mas técnicos", explica la presidenta.

"Es vital que estemos alerta, muchas mujeres se van a quedar por el camino"

Esta falta de mujeres directoras o emprendedoras viene marcada por el llamado sticky floor o suelo pegajoso. Ellas trabajan a doble jornada, lo que dificulta que puedan asumir cargos de mayor responsabilidad, mermando así sus posibilidades a la hora de promocionarse en la industria. La conciliación familiar y la precariedad son las causas que producen esta suerte de estancamiento profesional.

"Se suele poner el foco en las artistas y en las programaciones, en los carteles y en el número de mujeres que tocan en los festivales, pero no se suele atender a las que estamos en el backstage, tras los bastidores, creo que en esta profesión se habla de las que están en primera línea, sobre el escenario, pero las que estamos detrás somos invisibles", se queja Zapata.

El riesgo de repliegue

La coyuntura pospandemia que se abre no invita al optimismo. Las condiciones extremas en el sector hacen temer un repliegue definitivo. La infrarrepresentatividad de la mujer en la industria quedaría finalmente en migajas de profundizarse en un retroceso que tiene visos de permear los diferentes ámbitos de la cultura. Podría ser la puntilla para tantas y tantas mujeres del sector. "Tenemos que conseguir que la ley de Igualdad se aplique, ni más ni menos, o que al menos deje de aplicarse mal, la ley recoge muchas medidas que podrían revertir esta desigualdad; a igual trabajo, igual salario, eso es irrenunciable", reivindica.

Para ello es fundamental que se escuchen sus voces, una batalla por la visibilidad que, desde la Asociación MIM, no tienen intención de eludir: "Nos ha costado mucho que se nos escuche, muchos señores nos daban codazos para hacerse con la representatividad, también ha habido cambios políticos que nos preocupan, ayer Vox pedía que el 8 de marzo fuera el día de las víctimas de la covid... Tenemos que estar muy vigilantes, es vital que estemos alerta, muchas mujeres se van a quedar por el camino", remata Carmen.

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