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La Pira

Conmoción, distancia e incertidumbre, la trilogía dramática que nos devuelve al confinamiento

El Centro Dramático Nacional propone "un 'streaming' catártico" a través de la mirada de algunos de nuestros mejores dramaturgos. Un viaje al centro del trauma poscovid retransmitido en directo desde el María Guerrero y el Valle-Inclán.

Camila Viyuela y Natalia Hernández
Las actrices Camila Viyuela y Natalia Hernández durante el ensayo de 'La conmoción', primera parte de la trilogía 'La pira'.- LUZ SORIA

Sucede que a veces la Historia se comprime y en apenas tres meses nos zarandea como nunca lo había hecho antes. Del confinamiento y la enfermedad surgen monstruos, pero también la posibilidad de digerir a través del arte lo que se reveló en el lecho. Alfredo Sanzol, director del Centro Dramático Nacional, estuvo ahí, padeció una neumonía bilateral como consecuencia de la covid y supo que debía contarlo, que era su obligación como autor contarlo.

Nacía así el germen de La Pira, una trilogía compuesta por tres representaciones –La conmoción, La distancia y La incertidumbre– que se aproxima a lo vivido los últimos meses. Lo hace a tientas, consciente de que su cercanía en el tiempo con el acontecimiento le otorga un plus de urgencia que, bien manejada, puede servirnos como una instantánea que refleje esa huella indeleble que nos dejó la pandemia. 

"Puede que necesitemos tiempo para digerirlo, pero corremos el riesgo de no querer volver atrás, tengo la sensación de que evitaremos revivir lo sucedido", apunta Eva Mir, responsable junto a Alfredo Sanzol y Victoria Szpunberg del texto de La conmoción, primera de las producciones que verá la luz vía streaming –a través de La Ventana del CDN– durante su representación en directo en el escenario del Teatro María Guerrero este viernes.

Fernanda Orazi
La actriz Fernanda Orazi durante los ensayos de 'La conmoción'.- LUZ SORIA

"Yo creo más en el arte que se crea de forma impulsiva, porque se necesita contar, porque es incontenible", prosigue Mir. Y es precisamente ese ímpetu casi terapéutico lo que nutre este proyecto. Retrato de una confusión que huye de moralinas, que ni siquiera aspira a entender, tan sólo transmitir un trauma presente. "La conmoción habla de ese primer choque, tanto a nivel personal como social, de ver cómo se vacían las calles y los comercios, de no entender muy bien las señales que te llegan".

Fruto de esa extrañeza nace la primera parte de esta trilogía. Un estado previo a lo imprevisible donde la realidad deviene ficticia y al que toca aproximarse con miradas diversas: "Lo sanitario, lo económico, lo personal; hemos querido acercarnos a aquellos días desde lugares diferentes y complementarios", apunta la joven dramaturga. Cerco a un dolor pretérito pero no remoto que conviene revivir para entender hasta qué punto lo cotidiano se convirtió en desapacible.

A La conmoción le seguirá La distancia, segunda de las funciones, escrita por Andrea Jiménez y Noemi Rodríguez, Juan Mayorga y Pau Miró. Una reflexión en torno a la separación, en sentido literal y figurado, recomendada para evitar el contagio. Alejarse del otro para ayudarle, curiosa a la par que triste es la paradoja que nos legó la pandemia. Una segunda entrega que se emitirá en directo el viernes 3 de julio a las 20:00 horas desde el Teatro Valle-Inclán.

Por último, La incertidumbre. Ese tratar de proyectar y apenas ver nada o muy poco. El comportamiento desconocido del virus se expande generando a su paso desasosiego a espuertas. Será el tercer y último de los montajes, con texto de Lucía Carballal, Denise Despeyroux y Pablo Remón, y bajo la dirección de este último. Un viaje al centro del trauma que se emitirá en directo el viernes 10 de julio a las 20:00 horas desde el Teatro María Guerrero.

Natalia Hernández y Fernanda Orazi
De izqda. a dcha., las actrices Natalia Hernández y Fernanda Orazi.- LUZ SORIA

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