Dice Víctor Sada que Chuck Eidson (Summerville, Estados Unidos, 1980) es un jugador 'de grandes partidos y grandes retos, un todoterreno que hace de todo y todo bien'. Eidson, con 9,5 puntos y dos asistencias de media, sonríe, tímido, y bendice su decisión de cambiar Tel Aviv por Barcelona, un lugar donde sólo se preocupa de jugar al baloncesto.

Entiendo por su cara que le han contado la que se monta en la Copa.

Sí, los compañeros me han hablado del ambiente y de la emoción que tiene este torneo. Yo ya he jugado la Copa de otros países, pero nunca con tantos equipos grandes.

El Lucentum, la revelación, es el primero con el que se enfrenta el Barça, pero ¿a quién teme más?

A ninguno en especial porque, en los torneos de cara o cruz, nunca sabes cuál va a llegar en su mejor momento.

'Yo siempre pienso que soy el favorito y, en el Barça, con más motivos'

¿Asume el favoritismo?

Yo siempre pienso que soy el favorito y, en el Barça, hay más motivos para que sea así.

Y aun estando Navarro, se atreve a liderar ofensivamente al equipo.

No es que pretenda ser el líder, pero, a mis 31 años, estoy para lo que quiera el entrenador.

Ha captado muy rápido lo que le pedía Xavi Pascual.

Él es una de las claves de nuestro éxito: es un gran entrenador de jugadores, muy dialogante. Para mí es un gran alivio porque venía de tener un gran técnico en el Maccabi [David Blatt] y temía que no fuera lo mismo.

'Nuestros pívots se beneficiaron de la presencia de los hermanos Gasol'

Jugar junto a Navarro es...

Un placer. Por todo lo que ha ganado y es, pensé que igual sería uno de esos jugadores que te mira por encima del hombro, pero me equivoqué. Es, además de un gran jugador, una excelente persona.

¿Qué es lo que más admira en él?

Su constancia, su capacidad para no acomodarse y no ser complaciente. Sigue y sigue, y siempre quiere más.

¿Cómo ha rentabilizado el equipo la presencia de Pau y Marc Gasol en los entrenamientos de principios de temporada?

A los pívots les vino muy bien entrenarse y competir con dos jugadores tan buenos. También con ellos me llevé la agradable sorpresa de encontrar dos grandes tipos, no a dos jugadores altivos.