Luis Fabiano es el jarrón de la dinastía Ming en el salón del Sevilla. La pieza más valorada y la que más mimo necesita. Todo tiene que estar al gusto del delantero brasileño para evitar que se rompa ese nervio finísimo que interconecta al jugador con el equipo. Cada detalle debe ser tenido en cuenta: sus titularidades, sus cambios, las declaraciones.

Así, Manolo Jiménez pactó con el goleador un permiso especial para que el jugador permaneciera en Brasil unos días por asuntos personales. No estará esta tarde en Coruña para enfrentarse al Deportivo (18.00h, GolTV). A cambio, como cada vez que cruza el charco, Luis Fabiano cuenta en la prensa de su país su clara intención de buscar un nuevo destino. 'Mi contrato se va acabando y, con el tiempo, facilitará mi salida', ha dicho esta semana.

El técnico, por su parte, no entra al trapo. Diplomático, excusa y matiza. 'Espero que no se malinterpreten sus palabras. Está muy involucrado, pero tiene un precio y puede salir', admitió este viernes Jiménez. El domingo estará de vuelta en Sevilla para preparar el partido de Copa. Luis Fabiano, eso sí, aceptó la condición de adelantar el regreso si alguno de los delanteros se lesionaba antes del partido liguero ante el Dépor.

El contrapunto es Kanouté. El africano certificó esta semana su compromiso con el club al declarar su intención de acabar su carrera con los sevillistas. Ni el más mínimo malestar por tener que compartir minutos con Negredo. 'Es la humildad personificada, un ejemplo', reconoce su entrenador. Si no hay contratiempos formará la pareja de delanteros esta tarde con Negredo.

A Javi Varas se le ha adelantado el trabajo. La lesión de Andrés Palop adelantará tres días su estreno en la temporada. El guardameta suplente iba a tener su oportunidad en Copa, pero la baja del valenciano le hará ponerse hoy los guantes en Riazor. Hace menos de una semana renovó por tres temporadas.